En el discurso que dio esta noche en la Academia Militar de West Point, Nueva York, Obama indicó que los soldados, que se sumarán a los cerca de 68.000 que Estados Unidos ya mantiene en Afganistán, tendrán como misión atajar la insurgencia y proporcionar seguridad a centros de población claves.
«Afganistán no está perdida, pero por muchos años ha experimentado un retroceso», indicó Obama. «Como comandante en jefe, he determinado que el envío de 30.000 efectivos adicionales a Afganistán es vital para los intereses de nuestra nación. Después de 18 meses, nuestras tropas comenzarán el regreso a casa», dijo a los soldados presentes.
Obama quiere dar una nueva imagen de esta guerra que ya dura ocho años y que, debido al creciente número de estadounidenses muertos en combate, tiene consternada a la opinión pública, afectada además por el desempleo y la caída del ingreso de los hogares. Obama deberá convencer a los escépticos, quienes temen un empantanamiento en Afganistán del tipo ocurrido en Vietnam, de que un plan para llevar a 100.000 el número de efectivos puede conducir a una estabilidad y al retorno pronto a casa de las tropas enviadas a aquel país tras los ataques del 11 de setiembre de 2001.
De acuerdo a Obama «Estados Unidos quiere ponerle fin a esta era de sufrimiento del pueblo afgano. Buscaremos una alianza con Afganistán basada en el respeto mutuo, para forjar una amistad perdurable para que Estados Unidos sea su socio y no su patrón.»
Obama afirmó que esta decisión no la tomó «a la ligera». «Estoy convencido de que nuestra seguridad está en juego en Afganistán y Paquistán. Este no es un peligro teórico; es el epicentro del extremismo violento practicado por Al Qaeda», dijo
Las encuestas de opinión muestran una caída del apoyo a una guerra que ya se ha cobrado la vida de 900 soldados estadounidenses. En octubre último, el mes más sangriento desde que se inició la guerra, murieron 74 militares norteamericanos. Murieron además decenas de militares afganos y de otros países.
Obama estuvo lidiando durante meses para tomar una decisión que algunos de sus partidarios temen pueda terminar con su promesa de cambiar la política en Estados Unidos. Asesores suyos afirman que nunca se le borrarán las imágenes de un desgarrador viaje que realizó a una base aérea de Delaware para rendirle honores a los soldados caídos en combate.
Gran Bretaña anunció el lunes que enviará 500 soldados suplementarios y llevará su contingente en Afganistán a 9.500 efectivos.
Altos asesores del mandatario dijeron que Obama también les dirá a los gobiernos de Afganistán y Pakistán que Estados Unidos no se puede quedar allí para siempre.
«Este no es un compromiso indefinido», dijo el vocero de la Casa Blanca Robert Gibbs.