Agencias
Un tribunal federal de Nueva York congeló el año pasado más de 2.000 millones de dólares de fondos que Irán tenía depositados en cuentas bancarias de Citigroup, en lo que podría ser la mayor incautación de activos a ese país en 30 años.
La medida, tomada en secreto en 2008, la ordenó una corte de Manhattan con el fin de destinar el importe a indemnizar a las familias de los 241 marines fallecidos en el ataque cometido por Hizbulá contra un cuartel general estadounidense en Beirut en 1983, informó hoy The Wall Street Journal.
El dinero está depositado en cuentas de Citibank mantenidas por Clearstream Banking, de Luxemburgo, una subsidiaria de la alemana Deutsche Boerse, sociedad gestora de la bolsa de Fráncfort.
De acuerdo con el diario, no hay indicios de que Citibank sabía que los fondos eran iraníes.
Las firmas estadounidenses no pueden hacer negocios con Irán, que está sujeto a sanciones económicas impuestas por el Departamento del Tesoro y si lo hacen se exponen a multas importantes.