Emilio Marín
La Arena
Contar con tantos jugadores y dinero no significa necesariamente que ese espectro vaya a ganar el partido. Ya se vio desde el 29 de junio hasta el 3 de diciembre que el gobierno, debilitado y todo, se las compuso para sacar buenos resultados.

Con el recambio legislativo, empieza otro partido. Y quienes venían perdiendo en estos meses lo afrontan con tremenda sed de revancha y el ánimo casi delictivo de mandar a la enfermería a sus rivales, con los huesos rotos.

Eso se vio en la tribuna armada por los ruralistas en el Rosedal de Palermo; la convocatoria destituyente le pareció muy romántica, “casi de una cita de amor”, a la decadente Mirtha Legrand.

Los discursos de los dirigentes de la Mesa de Enlace fueron violentos y uno directamente se fue de mambo. Hugo Biolcati, por defender a la corrupta e ineficiente policía actuante en el caso de la familia Pomar, dijo que había que descabezar a la gobernación de Buenos Aires. Al hablar de ese modo, tan torpe, también demostró que es un desagradecido: Daniel Scioli fue el único miembro del gobierno que acudió a la última exposición rural.

“Es un golpista hecho y derecho”, le contestó el jefe de Gabinete. “Fue una frase poco feliz”, lo defendió Eduardo Buzzi, cada vez más compenetrado en su papel de ex chacarero aliado a los sojeros y pooles de siembra.

El gobierno bonaerense debería reflexionar que el drama de estos días no es el de los menores con problemas con la ley penal, a los que impulsa bajar la edad de imputabilidad a 14 años. El drama son los latifundistas, grandes tamberos y exportadores ya mayorcitos de edad, y que no andan de caño sino cometiendo delitos más atroces.

¿Se despabilará Scioli y querellará a Biolcati por esos dichos que rozan el delito contra la democracia? Lo más probable es que no. Que en algún tiempo vuelva a la Rural y se saque otra foto sonriente con los dueños de los campos.

No es que la concentración ruralista haya sido tan grande como la pintaron sus organizadores y los medios afines. Para Clarín y “La Nación” hubo 20.000 personas, que una cronista del primero informó que se notaba venían de los barrios acomodados de la Capital.

Para Ambito Financiero fueron 6.000 personas, número correcto también para Canal 7. Aún partiendo la diferencia, da una concurrencia muy menor a la de actos anteriores, cuando los sojeros estaban en el apogeo del hostigamiento al gobierno.

Una cosa que sí habrá que tener en cuenta es que el jueves se blanqueó la relación de una buena parte de la Unión Industrial Argentina con la Mesa de Enlace. Chau conflictos entre gran burguesía industrial y latifundistas-exportadores, o al menos entre los segmentos que mostraron su romance en Palermo. Fue una cita de amor para Biolcati y sus gauchócratas con los ejecutivos de Techint, Ledesma, Aceitera Gral Deheza y otros monopolios. Esto reconoce un padrinazgo ideológico: Eduardo Duhalde.

 

Aprestos en el Congreso

Los acuerdos y desacuerdos del 3 de diciembre pasado dieron un paso más y esta semana se pusieron de acuerdo los jefes de bancadas en la distribución de las presidencias de las 45 comisiones de Diputados. Se supo también que el multimillonario Ramón Puerta, duhaldista-macrista, será el vicepresidente 3º de la Cámara, un asunto que no pudo dilucidarse en aquella ocasión por diferencias entre este grupo y la Coalición Cínica.

En algunos casos se sabe qué partido tendrá la presidencia de tal comisión y, en otros, no en todos, los nombres propios. De las cuatro comisiones que juzgaba como más importantes para la gobernabilidad, al kirchnerismo le fueron conferidas tres. La otra, de Asuntos Constitucionales, seguirá en manos de la tránsfuga Graciela Camaño, electa con votos oficialistas y fugada hacia el bloque de Felipe Solá.

Algunas determinaciones lucen como poco propicias para una Cámara más democrática. Por ejemplo, haber ubicado a Gabriela Michetti en la comisión de relaciones con el Mercosur, pues la ex vice jefa de gobierno porteño y su jefe Mauricio Macri son enemigos de la amistad con la República Bolivariana de Venezuela. Michetti en todo caso pudo ser titular de una comisión de relaciones con el ALCA y EE UU, pero afortunadamente no existe.

La presidencia de Relaciones Exteriores quedó para Alfredo Atanasoff, ex jefe de Gabinete de Duhalde y actualmente operador de De Narváez. Atanasoff hizo en junio de 2002 el anuncio de que el gobierno reprimiría a los movimientos piqueteros y poco después de produjo la masacre de Puente Pueyrredón. Su experiencia parecía ameritar una designación en la órbita policial antes que en la vinculación con la política internacional.

Que en Finanzas se haya ubicado a Alfonso Prat Gay debe haber dejado muy tranquilos a los banqueros y el establishment económico. Estos lo tratan como uno de los suyos, luego de haber trabajado años en el JP Morgan.

Otro cambio regresivo se registrará en Obras Públicas, pues dejar su lugar Edgardo Depetri, ligado a la CTA, y entra Christian Gribaudo, hombre del PRO.

Una de las involuciones más notables se verificará en Agricultura, pues recalará allí Ricardo Buryaile, vicepresidente de CRA, quien supo proponer el cierre del Congreso si éste votaba por la resolución 125. Se decía que a ese lugar iría Ulises Forte, de la FAA, pero al final también en estos planos la entidad de Buzzi quedó atrás de la Rural y CRA.

Otro que tendrá que esperar es Claudio Lozano, de Proyecto Sur, que sonaba para encabezar la comisión de Trabajo pero no pudo desplazar a Héctor Recalde. De este modo algunas de las promesas hechas por la derecha a Fernando Solanas empiezan a incumplirse. ¿Cómo hará el cineasta para demostrar que el nuevo Congreso será mejor que el anterior, si tiene esa composición y esas comisiones?

 

Signos a tener en cuenta

La profecía de Solanas difícilmente se haga realidad. La abrumadora mayoría de los indicios no sugieren que el nuevo Congreso vaya a ser superador y positivo en cotejo con el anterior, y no porque éste haya sido la maravilla elástica.

Once diputados nacionales de la Mesa de Enlace Rural y los partidos opositores más conservadores, no es precisamente una buena influencia en la dirección democrática. Buryaile es un botón de muestra.

Oscar Aguad en la conducción del bloque radical deja a Ricardo Alfonsín, que aspiraba a ese cargo, casi convertido en un activista de los derechos humanos. En Córdoba acaba de sentenciarse a cadenas perpetuas al general Luciano B. Menéndez y varios policías de la D-2, departamento de la fuerza en la que se apoyó Aguad mientras fue ministro de Asuntos Institucionales de Ramón Mestre.

El condenado Menéndez terminó su alegato del viernes con una declaración de simpatía política hacia el curso derechista que considera está llegando luego del 28 de junio. “Pareciera que después de seis años de despotismo estamos por recuperar nuestra democracia republicana, representativa y federal, y que van a volver a regir la Constitución, la ley, la justicia y la libertad, en la patria de la libertad”, expresó el represor que ya arrastra tres condenas perpetuas.

La denuncia del gobernador de San Luis contra la nueva ley democrática de medios está a consideración de la Corte Suprema de Justicia, según dictaminó la Procuración General. Desde el diario “La Nación” se hace campaña abierta para que el alto tribunal falle a favor de la inconstitucionalidad de la norma, alegando que violentó aspectos del federalismo.

Pero por las dudas, Julio Cobos también demora en el Senado la firma que avale la resolución de la Comisión Bicameral designando autoridades del órgano de aplicación de la mencionada ley.

La táctica es demorar todo cuanto se pueda la instrumentación y puesta en marcha de la norma, para tratar que la justicia la objete en alguna de las muchas denuncias de las empresas privadas de la comunicación. Esa pérdida de tiempo sería funcional a Aguad, De Narváez, Elisa Carrió y otros diputados que habían prometido proponer podas a la ley, en un todo de acuerdo con los reclamos del Clarinete.

Este último jugador del tridente ofensivo (monopolio de la información) hizo múltiples aportes a la campaña de la oposición. Uno bastante menor fue triplicar el número de concurrentes al Rosedal. Lo esencial es el esfuerzo realizado por ese y otros monopolios en materia de susanismo. El neologismo se refiere a la labor de Susana Jiménez metiendo miedo en la población con el “acá no se puede vivir”, “te matan por nada”, “hay que reprimir” y otros tantos lugares comunes del medio pelo argentino nativo o por opción.

Los datos de la realidad indican que en el país hay 5 homicidios por día cada 100.000 habitantes, cifra que se eleva a 32 por día en México, 54 por día en EE UU y 136 por día en Brasil. Por la forma y la cantidad de veces que la TV pasa esos 5 asesinatos diarios, Argentina luce peor que Irak.

Antes el título del tango “Tinta Roja”, de Cátulo Castillo, servía para ironizar sobre las policiales de Crónica TV; ahora son de casi todos los canales. Como plus negativo sugieren venenosamente, que -además de cada asesino concreto- Cristina Fernández es responsable, coautora o cómplice.