EFE



 

El crecimiento económico de América Latina retrocederá en 2009 entre 1,5% y 2%, anticipó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

«La crisis está teniendo un impacto este año en la región, que va a caer un promedio de entre 1,5 y 2 puntos del PIB (Producto Interno Bruto)», manifestó a Efe Daniel Titelman, jefe de la Unidad de Estudios del Desarrollo de la Cepal.

«Aunque hubiéramos podido esperar un impacto mayor, la crisis no pasó gratis en la región, la crisis nos afectó», puntualizó el experto de la Cepal, quien recordó que en el periodo 2003-2007 América Latina crecía a un promedio del 4,8%.

Uno de los exponentes de esta situación es que a final de 2009 habrá nueve millones de pobres más en una región que ya tenía 180 millones al empezar el año.

«La crisis nos afectó, ha habido un impacto sobre la tasa de crecimiento, sobre la pobreza, y ha aumentado el desempleo, pero nos afectó menos de lo que nosotros y el mundo esperaba».

Entre los factores que explican este menor impacto, la Cepal destaca la buena situación macroeconómica de la que gozaba la región.

América Latina estaba creciendo por encima del promedio de las economías desarrolladas. Además, la mayoría de los países tenía bajos niveles de deuda pública e inflación y había acumulado reservas suficientes como para financiar políticas contracíclicas cuando llegaron las restricciones.

 

«En general, los equilibrios macroeconómicos estaban cerca de sus valores correctos», apuntó Titelman.

Según el experto de la Cepal, a ello hay que añadir que, a diferencia de otras ocasiones, esta vez no hubo crisis financiera en los países latinoamericanos gracias a los cambios regulatorios aplicados en el pasado y al mejor manejo en la gestión de riesgo.

«El sistema financiero no amplificó ni magnificó los efectos de la crisis, en contraste con lo ocurrido en otras ocasiones», señaló el jefe de la Unidad de Estudios del Desarrollo de la Cepal.

Además, apuntó el experto, desde que se originó la crisis, América Latina se ha venido beneficiando de términos de intercambio positivos, especialmente en los precios de las materias primas, que han alcanzado niveles cercanos a los de 2006.

El experto de la Cepal llamó la atención también sobre el hecho de que esta vez la crisis no se originó en las economías emergentes, sino en las potencias económicas.

«Aunque hubo una caída en los flujos de capital hacia la región, los mecanismos de contagio financiero fueron distintos a los de la crisis del tequila, la crisis de la deuda o la crisis argentina, cuando la primera reacción de los mercados de capitales fue abandonar las economías emergentes».

Respecto a la manera en que Chile ha encarado la recesión, Titelman subrayó que «la primera lección que uno debe sacar es que los mecanismos para enfrentar las crisis se construyen en los periodos de auge económico».

«Los ahorros se hacen cuando los ingresos son altos y se deben gastar cuando hay crisis. Chile es un buen ejemplo, porque logró enfrentar esta crisis con unas grandes espaldas financieras, con un superávit en la cuenta corriente y un superávit fiscal muy significativo, lo que marca una gran diferencia».

Gracias a ello, pudo aplicar «una política fiscal contracíclica muy eficiente, con gran rapidez en la ejecución del gasto y una buena focalización de ese gasto hacia sectores sociales y el mercado de trabajo», destacó el analista de la Cepal.