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Hoy se inicia la primera fase de la Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) con la reunión de expertos de los 9 países miembros, en el Palacio de las Convenciones ubicado en el este habanero, para evaluar propuestas de cumbres anteriores, debatir sobre la marcha de los proyectos y examinar posibles acuerdos.

Los altos especialistas de diversos ministerios (entre cinco y diez por país) que coordinan los cientos de proyectos y las miles de acciones conjuntas, bilaterales o multilaterales, prepararán adecuadamente la fase siguiente en que los presidentes y jefes de delegaciones de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Honduras, Dominica, Antigua y Barbuda, Nicaragua, San Vicente y Granadina, y Cuba (anfitrión) podrán evaluar las prioridades de una forma integral y decidir las acciones correspondientes.

El Alba, como se conoce popularmente la alianza bolivariana, cumple este 14 de diciembre el quinto aniversario de haber sido creada en La Habana entre Fidel Castro y Hugo Chávez, presidentes de Cuba y Venezuela respectivamente en el 2004. Meses después se incorporó Bolivia, al llegar Evo Morales a la presidencia. Al iniciarse el 2007, con el triunfo del FSLN y Daniel Ortega, ingresa Nicaragua, más tarde Honduras, Ecuador, Dominica, Antiguas y Barbuda, y San Vicente y Granadina.

La idea original de una asociación internacional regional para resolver los problemas más acuciantes de los pueblos, fue presentada por el presidente venezolano Hugo Chávez al lider cubano Fidel Castro en ocasión de una reunión internacional en el 2001, en la isla venezolana de Margarita, en una de esas mañanas de trabajo -según ha relatado el líder venezolano- en que ‘el resplandor de la aurora del alba margariteña’ iluminó a los comandantes de América ante la amenaza que para los pueblos significaba el Alca (Área de Libre Comercio para las Américas) impulsada por EEUU y su presidente George W. Bush.

Cinco años de ardua labor e intenso trabajo colectivo de cientos de funcionarios, miles de trabajadores, millones de personas beneficiadas, otras decenas de millones apoyando a sus presidentes, en elecciones tras elecciones, para garantizar la voluntad política y darle seguimiento adecuado a los proyectos, ha sido la experiencia que el Alba ofrece hoy a los pueblos del mundo.

La voz del Alba, en solo cinco años, al tener un parto muy feliz, pues evitó que el Alca se hiciera realidad en el continente, y tener un crecimiento sano y robusto, hoy es altamente considerada a nivel mundial por los diversos actores que componen la comunidad internacional, en toda su expresión integral, y ello se evidenció en esta misma semana cuando los miembros del Alba en la cumbre de la ONU sobre cambio climático, demandó la vigencia del protocolo de Kioto y exigieron el pago de la ‘deuda climática histórica’ a los países en desarrollo, lo cual fue ampliamente respaldado por la mayoría abrumadora de los países miembros de la ONU.

Esta edición de la Cumbre del Alba se desarrolla en La Habana a propuesta del presidente Chávez, en la cita de Cochabamba, Bolivia, efectuada en octubre pasado.