Coincidiendo con una nueva Cumbre de Presidentes del MERCOSUR, en el contexto de una crisis global, a la que caracterizamos no solo como financiera sino como social, energética, alimentaría, climática, política e ideológica, crisis esta que tuvo inicio en el centro del capitalismo mundial al final de 2008, fue generada en el núcleo de las economías mas industrializadas y desarrolladas y exportada con facilidad a los países en vías de desarrollo y periféricos, a través de las vías abiertas por el proceso de globalización neoliberal que hegemoniza la economía y las políticas en las ultimas tres décadas.
Más que nunca, esta crisis dejo claro las consecuencias de una política de reducción y debilitamiento del rol y capacidad de acción del Estado. Sea por la demostración de los efectos desastrosos provocados en los países que más fervorosamente aplican ese modelo neoliberal, como es el caso de Estados Unidos de América; sea por el hecho de que, los países que retomen y refuercen la acción del Estado en la gestión económica y en la promoción de políticas publicas esenciales, sufrirán menos los impactos de la crisis.
La crisis internacional a dejado claro la necesidad de cambio en el sistema de gobernanza global, imponiendo al MERCOSUR y América Latina la articulación de una postura firme y relevante en el concierto mundial, que construya un nuevo modelo de integración a partir de los intereses de nuestros pueblos, basado en firmes acuerdos que profundicen los procesos económicos, políticos, sociales y culturales con equidad, inclusión social y mejor distribución de la riqueza.
Defendemos el fortalecimiento del rol del Estado, comprometemos nuestros esfuerzos para construir un nuevo modelo de desarrollo social y sustentable, que garantice más derechos y más empleo
Frente a los actuales problemas que atraviesa el MERCOSUR, con una serie de conflictos comerciales y sin capacidad de resolver la lentitud de poner en marcha aquellos acuerdos alcanzados, ratificamos nuestro claro compromiso con el fortalecimiento de los procesos de integración regional convencidos de que constituyen una alternativa imperiosa para nuestros pueblos.
Esas han sido las bases que, como hemos defendido sistemáticamente, deberían acelerar la profundización y la consolidación del MERCOSUR.
Reconocemos como importante el hecho de que nuestros gobiernos hayan incluido entre las prioridades del MERCOSUR el tema de las asimetrías, que ya trajo como resultado el tratamiento diferenciado de las economías menores en varios aspectos, la creación del FOCEM, como instrumento para promover una integración productiva y sustentable, único camino para la consolidación de un bloque equilibrado y democrático.
También consideramos fundamental la creación del Parlasur y nos disponemos a colaborar para que la elección directa de sus miembros se convierta en una realidad lo más pronto posible. La profundización de la democracia es una condición inequívoca para la construcción del MERCOSUR.
Reivindicamos que el MERCOSUR solidario se sustente en la complementariedad y tenga como principios objetivos la generación de empleos dignos, la distribución equitativa de la riqueza y la unidad política en los espacios multilaterales e internacionales. En este sentido consideramos fundamental que el MERCOSUR haga todos los esfuerzos necesarios para impulsar la construcción de la UNASUR.
Por un Blindaje Social
En defensa de EMPLEOS y SALARIOS dignos.
De la misma forma que reconocemos los avances que el MERCOSUR ha alcanzado, tenemos que destacar que desde el punto de vista del trabajo y los derechos laborales, poco o casi nada ha sido efectivizado.
Hemos reivindicado la necesidad de realizar una revisión profunda de la Declaración Sociolaboral, para adecuarla a las nuevas condiciones del mercado de trabajo, establecidas por el avance de la integración comercial y el hecho de que se reconozca la residencia a los migrantes permitirá crecer más a nuestra región. Además del apoyo a las demandas que presentamos para ésta reforma, reivindicamos fundamentalmente que los organismos socio laboral, especialmente la Comisión Sociolaboral tenga financiamiento y condiciones mínimas para ejecutar su función de velar por el cumplimiento de los compromisos asumidos en el campo de los derechos laborales fundamentales.
El Pacto Mundial del Empleo, lanzado por la OIT hace un llamado a los gobiernos y sociedades, especialmente organizaciones empresariales y sindicales, a sumar esfuerzos para generar empleos de calidad, con protección laboral y social, como forma de disminuir los impactos de la crisis económica y financiera. Es necesario que el tema gane un lugar de importancia en la agenda del MERCOSUR y que los organismos socio laboral y el Observatorio del Mercado de Trabajo sean fortalecidos y valorizados.
Integración con paz y democracia.
Finalmente queremos afirmar que para alcanzar una integración soberana y solidaria es fundamental un ambiente de paz en la región. Nos sumamos al conjunto de los movimientos sociales que luchan contra las bases militares extranjeras en el continente y rechazamos cualquier golpe de Estado.
No reconocemos las elecciones en Honduras por no ser una expresión democrática de su población y saludamos la victoria de los procesos democráticos que pretenden construir alternativas al neoliberalismo, como Bolivia, por medio de Evo Morales y Uruguay, con Mujica; como también es fundamental dar continuidad al ciclo de cambios iniciado por Lula en Brasil y Bachelet en Chile.
Por todo lo ante dicho reafirmamos a la unidad de acción del movimiento sindical como condición fundamental para el protagonismo de la clase trabajadora en los procesos de cambio políticos y sociales.
CGT y CTA Argentina, CUT, Força Sindical, UGT, CTB y CGTB de Brasil, CUT y CUTCAT de Chile, CUT, CUT A y CNTde Paraguay, PIT-CNT de Uruguay