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La preocupación por la elevada tasa de desempleo acapara la atención de los líderes de la Unión Europea (UE), quienes esperan que siga en aumento a pesar de los indicios positivos de la economía.

Tanto en la zona euro como en el resto de los 27 países europeos los Jefes de Estado y Gobierno coinciden en la necesidad urgente de adoptar medidas que frenen esa tendencia,además de revitalizar el mercado laboral y la protección social.

El desempleo subió en la zona del euro y el resto de la UE el pasado mes de septiembre, hasta el 9,7 y 9,2 por ciento respectivamente, mientras que en España creció hasta 19,3, cinco décimas más que en agosto.

Según la oficina comunitaria de estadísticas, Eurostat, a pesar de esa cifra la nación ibérica dejó de ser la de mayor desocupación dentro de la UE, y se situó en el segundo lugar después de Letonia, que registró un mayor incremento, 19,7 por ciento.

No obstante, España se mantiene en rojo, con un paro superior al doble de la media de sus socios de la moneda única, y muy por detrás de Eslovaquia, el siguiente Estado con más desempleo de la zona (12 por ciento).

Desde abril de este año la desocupación se mantiene en alza estable con una décima de punto mensual, tanto en la UE como en la zona del euro.

Las estadísticas de septiembre son las peores desde enero de 1999 para la región del euro, y desde enero 2000 cuando Eurostat comenzó a elaborar la serie histórica.

Los 27 países de la UE registraron una ralentización en el retroceso de la economía, pero no así en el aumento de las tasas de desempleo.

La Comisión Europea ratificó que las últimas cifras del paro no deben sorprender, pues hay un desfase lógico entre la reanimación económica y su impacto en el mercado laboral.