Stephen Jennings, de 48 años, es el presidente del grupo inversionista o banco de inversión Renaissance Capital, creado por él en 1995, cuatro años después que el ruso Boris Yeltsin declarara “el fin de la era soviética” y se comenzara -en lo que fue la URSS- el reparto privado de muchas de las riquezas de la unión. Jennings hizo crecer su capital como corredor de bolsa en Rusia, junto a varios de los más grandes inversionistas rusos.
Entre ellas, dijo el multimillonario Jennings, hay una global: es que los cambios geopolíticos que le siguieron a los económicos y financieros, “van tocando fondo”. En ello destaca el avance de potencias emergentes y sus mercados que ya generan la mitad del producto interno bruto (PIB) mundial y que en los próximos años crecerán a un ritmo aún más acelerado, de donde saldrán los nuevos líderes del mundo, por encima de las potencias del Grupo de los Siete.
En consecuencia con ello, y basado en las experiencias rusas, Jennings dirige su atención al llamado Extremo Oriente y al sur de África, y fomentará las inversiones en sectores como la minería, el petróleo, el gas y los productos agropecuarios, según dijo en la entrevista.
Muy vinculado a la tendencia anterior, se incrementará “a gran escala” el flujo de capitales, ahorros y recursos humanos del norte hacia el sur, “a los mercados emergentes”, en tanto se revalorizarán sustancialmente las divisas y los activos, no por parte de las multinacionales o de las poderosas empresas estadounidenses, sino sobre todo por las moderadas y medianas “empresas locales en las economías emergentes”, precisó el despacho de Ria Novosti citando la entrevista con Jennings.