En su acostumbrada rueda de prensa semanal, Lugo aprovechó la oportunidad para aclarar que su Gobierno va a estar «seriamente comprometido ahí donde la Constitución se enfrenta al golpismo represivo y autoritario».
Manifestó su inquietud por el hostigamiento que sufre su persona «con un manoseo de su integridad, ya sea con acusaciones de índole personal, ya sea con inconsistentes versiones de supuesto hechos de corrupción, ya sea descalificando con lo que se relaciona con nuestra gestión del gobierno e iniciativas que tienen como escenario del Parlamento o algunos de medios de comunicación y que ningún presidente ya sea de la dictadura y la democracia tuvo que soportar con tanta intensidad».
Recordó que se encuentra preparado para recibir las calumnias más diversas y que puede llegar a perdonarlas, «pero el Gobierno, no Lugo, el Gobierno es la voluntad popular y señores a la voluntad popular no se la manosea», expresó.
La rueda de prensa también estuvo marcada por la denuncia que hiciera días atrás Mirtha Maidana, hija de Mercedes Lugo, primera dama del país y hermana mayor del gobernante, quien asegura que su tío es el padre biológico de una joven de 22 años de nombre Fátima Rojas.
Al respecto, el mandatario afirmó que esta acusación forma parte de «una campaña montada sin asidero objetivo» y por eso «no merece ningún comentario de un presidente de la República».
«No he hablado con mi hermana (…) los grupos mafiosos no tienen rostros», dijo el mandatario, al ser consultado sobre si pidió a Mercedes Lugo que le prohibiera a Mirtha Maidana hablar más ante la prensa.
«Fátima Rojas pertenece a una familia que conozco desde el año 77. Es una familia de profesionales de Concepción (norte)», indicó Lugo, quien pidió públicamente disculpas a esta familia «por todo lo que se ha dicho y se seguirá diciendo».