En una nueva entrega de su columna «Reflexiones», el líder cubano deplora la firma del acuerdo porque -según dice- «Estados Unidos impone siete bases militares en el corazón de Nuestra América, con las que amenaza no sólo a Venezuela, sino a todos los pueblos del Centro y el Sur de nuestro hemisferio».
Afirmó que «no se trata de un acto del gobierno de Bush; es Barack Obama quien suscribe ese acuerdo, violando normas legales, constitucionales y éticas, cuando todavía los frutos de la funesta base militar yanki de Palmerola, en Honduras, se exhiben ante el mundo».
«Nunca se trató con mayor desprecio a los pueblos latinoamericanos», asegura el artículo divulgado este miércoles por Cubadebate.
«Como pretexto -prosigue Castro- se utilizó la lucha contra el comercio de drogas que, como el terrible flagelo del paramilitarismo, surgió del gigantesco mercado norteamericano de cocaína y otras drogas».
Pero «las bases militares yankis en América Latina surgieron mucho antes que las drogas, con fines intervencionistas», afirmó el líder cubano.
Apuntó que «Cuba demostró durante medio siglo que es posible luchar y resistir. Se equivoca el Presidente de Estados Unidos, y se equivocan sus asesores, si prosigue ese camino sórdido y despectivo hacia los pueblos de América Latina».
Asimismo puntualizó: «Nuestros sentimientos, sin vacilación alguna, se inclinan hacia el pueblo bolivariano de Venezuela, su presidente Hugo Chávez y su Ministro de Relaciones Exteriores, denunciando el pacto militar infame impuesto al pueblo colombiano, cuyas cláusulas expansionistas sus autores no han tenido siquiera el valor de publicar».