Cubadebate

LA PAZ.-Evo Morales Ayma, el hombre que hace cuatro años cambió la historia de Bolivia y estremeció los protocolos racistas de la diplomacia occidental, prácticamente no duerme en La Paz por estos días.

A despecho de las enormes distancias y las sensibles diferencicias de altura y clima entre los nueve departamentos del país, el Presidente los va recorriendo sin pausa ni tregua, con más intensidad mientras más se acerca del 6 de Diciembre, el Día que podría garantizar el tránsito del Cambio a la Refundación de la que fue por siglos una de las naciones más empobrecidas del hemisferio y hoy es la que con más éxito enfrenta los impactos de las crisis económica mundial.

La reelección de Evo es un hecho que no discute ni la derecha. Las encuestadoras le otorgan una ventaja de 34 puntos sobre el más cercano de los otros aspirantes. Según éste, el criterio más conservador, el Presidente se ratificaría con 52 por ciento y su rival más cercano apenas llegaría al 18.

Aun así, Evo aparece cada día en un punto diferente de la difícil geografía bolivariana. La última vez se le vio conduciendo un pesado tractor al frente de una entusiasta y muy nutrida caravana de seguidores, nada menos que en Santa Cruz, considerado hasta ayer mismo un bastión de la derecha.

Después de escuchar y ver las enormes concentraciones en todo el país, siento que ya somos electos para cinco años más“, dice el Presidente en una entrevista exclusiva para la Mesa Redonda, pactada para las 6 de la mañana, única hora que tendrá disponible este 24 de noviembre, a menos de dos semanas de los comicios.

Lo que busca Evo en esos fatigosos viajes al corazón del país es quitarle el freno a los cambios que desde el Senado le impuso la derecha durante los cuatro años transcurridos, periodo en que debió gobernar a golpe de decretos para superar la criminal oposición de los adversarios del cambio.

Ahora Evo aprovecha para hablar con las mayorías. Para explicar por qué no el voto cruzado (votar por él pero no por los candidatos del MAS a la Asamblea Plurinacional). La batalla del carismático líder de 50 años, se centra ahora en la conquista de los dos tercios de los curules: “En estos cuatro años lo que nos perjudicó más fue el Senado. El pueblo no tiene la mayoría”, dice y nos explica que el mal viene de los años 80, cuando por una vez ganó la izquierda y la derecha no la dejó hacer su programa. Hernán Siles Suazo tuvo que reducir su mandato.

Pero viajar a la Bolivia profunda es también la oportunidad de acercarse y oir directamente a la gente que hace el día a día de este país. “Estamos obligados a visitar, a escuchar a los campesinos que nos han dado su voto.”

Impresionados por el ambiente de paz y prosperidad, de alegría, que se respira hoy en La Paz y en otras regiones, donde hace apenas un año las confrontaciones  promovidas por la USAID y el embajador yanqui hicieron temer por nel proceso, le preguntamos si ha influido el que ya no esté el uno y se haya frenado la otra, pero su respuesta es más profunda:

“Sea la expulsión del embajador, frenar a la USAID y con ello frenar a la derecha, lo más importante es la conciencia del pueblo. Yo estoy impresionado con muchos sectores. Creo que muchos pensaron el primer año: el indio no va a poder, luego: hay que hacer algo contra el indio, intentaron revocarme, lo intentaron todo… De ahí viene la fuerza de CONALCAM (Coordinadora Nacional del Cambio), intelectuales, estudiantes… Algunos dijeron: ‘No me gusta la cara del Presidente, pero me gusta su política. Este indio nos da dignidad’.

“Cuando veo autos de lujo en mis caravanas de acmpaña, me pregunto qué está pasando, pero revisando los programas de los candidatos para el 6 de diciembre,  el nuestro es el más realista. Se ve claro que hay dos caminos: ir alante, apoyar el cambio ó ir al pasado, volver al neoliberalismo. Entonces se va sumando mucha gente. La gente no es tonta, la gente ve. Ese es el programa del pueblo, al que solo se oponen los delincuentes -los que han vivido de robarle al pueblo- y los farsantes…

“Aun no se puede descolonizar las mentes de todos los bolivianos. Todavía hay grupos opositores. Y hay derecho a la oposición, pero hay grupos violentos, terroristas, que intentan destruir la Patria, destruir la Vida.”

En esta entrevista, donde el Presidente boliviano también habló de la crisis económica y de los desafíos que le impone el cambio climático a naciones como Bolivia, dijo que la instalación de las bases militares en Colombia “no es una agresión a Colombia, es una invasión a Suramérica” y anunció la derrota de esa política imperialista en poco tiempo.

El diálogo, de unos 20 minutos de duración, se transmitirá la próxima semana en las Mesas Redondas por Telesur y Cubavisión.