Michael Biehn, Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger protagonizaron The Terminator en 1985. El argumento de esa película dirigida por el estadounidense James Cameron, se basaba en la existencia de unas máquinas gobernadas por un sistema denominado Skynet.

Las computadoras diseñadas por los seres humanos se habían independizado de sus creadores y en el 2029 luchaban contra los hombres, mientras estos se resistían bajo el liderazgo de John Connor.

Las máquinas estaban por perder la guerra contra los hombres, por lo que decidieron enviar a Terminator a 1985 para liquidar al pequeño John Connor.

Siempre me dio la impresión de que el planteo de esa película no resultaba tan alocado y hace un par de semanas un cable de la agencia informativa Prensa Latina confirmó mis más oscuras pesadillas.

Fíjense en la información:

Washington, 15 sep (PL) La Fuerza Aérea de Estados Unidos confirmó hoy que uno de sus drones (avión sin tripulación) se desacopló del control humano y comenzó a patrullar por su cuenta zonas de Afganistán.

Un comunicado de la institución castrense norteamericana precisó que el MQ-9 Reaper fue visto el domingo último volando sin supervisión y listo para disparar contra objetivos afganos.

Según la fuente, los especialistas habían perdido el comando del sistema varios días antes y poco después el aparato decidió lanzar granadas contra el costado de una montaña en un área remota de Afganistán.

Unidades norteamericanas cerca de Kabul tuvieron que enviar a un caza-bombardero, esta vez con piloto, que finalmente derribó a la robótica aeronave, indicó el sitio noticioso Allheadlinenews.

Los MQ-9 cargan una variedad de armamento ultramoderno donde resaltan el cañón GBU-12 Paveway, que lanza proyectiles guiados por rayo láser, y los misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire.

De acuerdo con voceros de la Air Force y el Pentágono, el incidente está siendo investigado porque no es la primera vez que estos costosos aviones desconectan el mando humano y prosiguen vuelo por su propio criterio.

El pasado 11 de septiembre un MQ-11 se estrelló sin control en la base Creech, de Nevada, Estados Unidos, y una semana antes otro de los llamados Predator se precipitó en Iraq sin que mediara fuego hostil.

Unas cinco mil de estas máquinas militares estadounidenses fueron desplegadas en Iraq y Afganistán, y Washington planea «robotizar» el 15 por ciento de su fuerza aérea antes de 2015 a un costo de 230 mil millones de dólares.

Al parecer no falta tanto para que la realidad supere a la ficción.

Un último pedido para los drones: Por favor dejen tranquilos a los pobres afganos y láncenle alguna al Pentágono.

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