«Esa acción valerosa ha permitido que en el cielo de nuestra patria y a la par del pabellón nacional sigan flameando los estandartes de la democracia, la paz, la justicia y la independencia de nuestra patria», dijo Micheletti durante una ceremonia por el día del Soldado celebrada en la Casa Presidencial y que contó con la presencia de unos 350 militares.
Contrariamente a lo expresado por el presidente de facto, desde hace tres meses Honduras se encuentra sumida en una crisis política y social. Desde golpe de Estado, propiciado por grupos políticos y empresariales conservadores, la violación de los derechos humanos y la represión militar a las manifestaciones del pueblo hondureño a favor del restablecimiento del orden público y del regreso del dignatario, han protagonizado las calles de la nación.
El derecho constitucional del ciudadano de estar informado de forma veraz y oportuna ha sido violentado. Los medios de comunicación opuestos al golpe han sufrido medida de cierre y se han confiscado los equipos de los medios de comunicación Radio Globo y el Canal 36.
El gobierno de facto de Honduras decretó el pasado domingo 27 de septiembre un estado de excepción, en el cual se suspenden las libertades Constitucionales por un período de 45 días.
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) ha registrado 16 asesinatos y decenas de heridos desde el golpe y según informó este sábado su directora, Berta Oliva, su organización tiene información precisa «de 96 personas acusadas ante los tribunales de justicia por el presunto delito de atentar contra la seguridad del Estado, es decir, por sedición, un cargo que es de naturaleza estrictamente política». De esas 96 personas, seis están detenidas en distintos centros penales, incluida una educadora.
Oliva denunció también que varios dirigentes opositores recibieron amenazas de muerte anónimas y que los miembros de Cofadeh temen por su seguridad personal.
Las acciones contra el pueblo hondureño se han recrudecido, luego que el presidente constitucional Manuel Zelaya retornara a su país el pasado 21 de septiembre, con el objetivo de convocar un diálogo nacional para encontrar una salida pacífica a la crisis.
Pero a pesar de este panorama, el gobierno golpista, liderado por Micheletti, califica sus acciones de «noble» y las justifica afirmando que no ha permitido que «el imperio nuestra constitución y el respeto de nuestro sistema y la justicia hayan sido mancillados por voluntades malintencionadas y extrañas», haciendo alusión a las acusaciones de los promotores del golpe sobre la supuesta intención de Zelaya de obtener una reelección presidencial.
Este sábado se celebra en Honduras el día del soldado, en conmemoración del natalicio de Francisco Morazán, prócer centroamericano nacido en Honduras, que se enfrentó con aquellos sectores que representaban los intereses de una minoría feudal que era dueña de las vidas y las haciendas.