Por: Entorno Innovador/Patentenet

 

 

 

La Oficina de patentes israelí (ILPO) ha sido designada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), como Administración encargada de la búsqueda (ISAs) y del examen preliminar internacional (IPEAs), en virtud del Tratado internacional de Cooperación de Patentes (PCT), lo que eleva a 17 el número de administraciones que podrán analizar las innovaciones que se realicen en el mundo, como política de tutelaje sobre las oficinas de patentes del tercer mundo que signaron este tratado.

Como parte de las negociaciones en materia de propiedad intelectual se estableció en abril de este año que  la ILPO sería una “Agencia Ejecutiva”, luego de operar como un departamento interno del ministerio de justicia desde la ocupación de territorio Palestino en 1948. La nueva dirección de ILPO en edificio propio será Malcha Hi-Tech Park, Jerusalem (4,700 sqm).

El convenio entre OMPI e ILPO refuerza la alianza entre el gobierno de Israel y la organización mundial de propiedad intelectual (controlada por los Estados Unidos).

A pesar de esta designación y del mito de ser Israel un país con fama de innovador,  es muy frecuente el espionaje industrial y la copia indiscriminada de tecnología: hace algunos años dieciocho ejecutivos de las principales compañías del país fueron detenidos bajo la acusación de espionaje industrial mediante software espía, fundamentalmente troyanos que introducían en los computadores de sus competidores.

En materia de tecnología de aviación, uno de los primeros logros de Israel fue una copia sin licencia del Mirage 5, que se conoció como Nesher (Águila). El IAI Nesher era básicamente una copia del Mirage 5 desarrollado y producido en Israel con alguna asistencia encubierta por parte de Francia (es posible que de la propia Dassault Aviation), además de una labor de espionaje realmente concienzuda.

Los planos del motor ATAR 09C fueron robados por la Mossad de la fabrica en Suiza donde se construía  bajo licencia, y muchos de los planos fueron sustraídos del mismo modo por agentes israelíes que operaban en Francia.

Israel se ha convertido en los últimos 20 años en un exportador de la tecnología armamentista y la información tecnológica más avanzadas del mundo no sólo porque compra en EE.UU. equipos muy sofisticados, a veces gracias a sus simpatizantes del gobierno norteamericano.

A fines de 1995 el servicio de investigaciones del Pentágono hizo circular un memorando entre las empresas estadounidenses productoras de armamento en que les advertía que “Israel procura agresivamente reunir información sobre tecnología militar e industrial” (The Washington Post, 30-1-96).

La información militar clasificada y las tecnologías militares más afinadas son objetivos de alta prioridad para los servicios de inteligencia de este país” (citado en el Jerusalem Post del 30-8-96).

La nueva oficina de patentes ILPO podrá registrar, a partir de ahora, «innovaciones» resultado del espionaje industrial desarrollado por expertos en esta materia.