La integración «no puede ser vista desde un ángulo político, pues eso crea una polarización innecesaria» que perjudica el clima para los negocios, opinó Marcondes sobre los intensos debates que ha generado la propuesta de que Venezuela se una al bloque que integran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño volverá a discutir hoy la adhesión de Venezuela al Mercosur, que ya ha sido refrendada por los congresos de Argentina y Uruguay, mientras que en Paraguay ha sido retirada temporalmente de la pauta parlamentaria debido a que no había un ambiente propicio para su aprobación.
El senador Tasso Jereissati, relator de la comisión, ha pedido rechazar el ingreso de Venezuela por el «talante autoritario» del presidente Hugo Chávez, a quien acusó de encabezar «un proceso de desmontaje de las libertades democráticas», ajeno al espíritu del Mercosur.
Pese a la opinión del relator, Marcondes dijo estar convencido de que la adhesión de Venezuela será aprobada en Brasil y que luego lo hará Paraguay.
«Sin menospreciar a Paraguay, no puedo creer que ese país sea un obstáculo una vez que Argentina, Uruguay y Brasil aprueben la entrada de Venezuela», indicó.
A la sesión que se desarrollará hoy en el Senado brasileño han sido invitados el opositor alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, un representante de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y el vicepresidente de las Asociaciones Israelíes de Venezuela, David Bittan.
Ledezma ha adelantado que defenderá el ingreso de Venezuela al Mercosur, pues considera que servirá para «contener» al presidente Chávez.
Según Marcondes, «es importante que un opositor venezolano se manifieste en favor del ingreso de Venezuela», aunque preferiría que lo hiciera por razones económicas y comerciales más que políticas.
«La integración debe ser vista como un proyecto de largo plazo», afirmó Marcondes, quien sostuvo que «cuando se creó el Mercosur, en 1991, tampoco las condiciones políticas eran las mejores en cada uno de los países».
El presidente de la Federación de Cámaras de Comercio indicó que el ingreso de Venezuela al bloque potenciaría aún más el comercio y las inversiones.
Puso como ejemplo el caso de Brasil, cuyas empresas tienen en desarrollo proyectos de infraestructura en Venezuela que cifró «entre 15.000 y 20.000 millones de dólares».
El comercio bilateral, por otra parte, alcanzó el año pasado a unos 6.000 millones de dólares, aunque Marcondes reconoció que este año caerá «entre un 25 y 30%» debido al impacto de la crisis financiera global.