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La Presidente Cristina Fernández de Kirchner encabezó este sábado un acto junto al ex presidente Néstor Kirchner, por el Día de la Lealtad en el Teatro Argentino de La Plata. De la convocatoria también participaron el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el titular de la CGT, Hugo Moyano, quienes escucharon a la mandataria defender «el modelo propio» y criticar al «neoliberalismo de los noventa».

Al momento de abrir su discurso, Cristina aclaró que no iba a hablar «como presidente de todos los argentinos sino como una compañera peronista» para explicar «lo que significa el peronismo». La Jefa de Estado expresó que «al pensar el rol del partido en el siglo XXI creo que la gran lucha es volver a discutir ideas».

«El neoliberalismo arrasó a la política y al sistema de partidos políticos, el neoliberalismo económico produjo la gran trampa mortal que quebró a toda América Latina», señaló Cristina, quien llamó al pueblo a participar de la política porque es la única forma «de hacer las grandes transformaciones».

A su vez, la mandataria no dejó pasar la oportunidad para criticar indirectamente a la oposición, al señalar que «hay que dejar de lado las descalificaciones y los agravios porque aquellos que lo hacen es porque no se les cae una sola idea para debatir como propuesta alternativa». Y agregó: «no hay que contruibuir a la feria de vanidades a ese festival de insultos y agravios».

«Nuestra historia se debate entre dos modelos: los que miran para afuera y esperan que les digan lo que tienen que hacer y los que creemos que tenemos que construir un modelo que sea nuestro, popular y nacional», enfatizó y añadió: «en este debate tenemos que proponer una discusión amplia y generosa, aunque los que se sumen no vengan de nuestra misma identidad».

Antes de finalizar su discurso y presentar un video en homenaje a la trayectoria partidaria de Antonio Cafiero, la Presidente sostuvo que «el peronismo le tendió la mano solidariamente a los que apoyaron los golpes de Estado y la proscripción del partido» porque «ese es el aprendizaje histórico que hicimos desde el peronismo».

Antes, durante la mañana, Néstor Kirchner inició los actos por el Día de la Lealtad y se mostró más romántico que nunca: «Sueños, esperanza, ilusiones, amor y fuerza», fueron sus latiguillos más frecuentes ante una juventud peronista a quien rogó que acompañe a la «compañera coraje» (Cristina Kirchner) en este «proceso de transformación».

«Es momento en la patria de tener mucha tranquilidad», inició el ex presidente sus palabras. «Ayudar a quienes gobiernan, a nuestra compañera Cristina, nos van a querer provocar, les pido de corazón tranquilidad», señaló. «Nos van a agraviar y descalificar todos los días, pero nosotros tenemos una responsabilidad más grande que pelearnos. Nuestra tarea es consolidar la patria, el proceso de industrialización, producción, administración y trabajar», explicó.

«No nos perdonaría la historia si nos desviamos de ese camino, a cada golpe le pondremos la otra mejilla. No nos molesta el debate de ideas. Nosotros: amor, justicia, equidad, levantar las banderas de justicia», advirtió el diputado electo del Frente para la Victoria.

«Los que más tenemos somos los que más tenemos que hacer en la redistribución, queremos recuperar plenamente la iniciativa transformadora. Esa mayoría que necesita la Argentina con los objetivos de transformación que iniciamos en 2003», continuó Kirchner tapado por aplausos, bombos y gritos eufóricos de la juventud peronista.

Un tanto más polémico, pidió que «no caigamos a ver quién hace el acto más peronista. El dueño del 17 de octubre es el pueblo, los sueños, la justicia, el porvenir que tenemos que construir son esos dos grandes conductores que nos miran desde allá. No caigamos en esa trampa de ver quién es más y quién es menos», deslizó. «A nosotros nos alegra de corazón que los argentinos lo quieran celebrar».

Con la referencia constante a su esposa y Presidente de la Nación, Kichner reconoció que «ella está con todas sus ganas de profundizar la transformación. No le preocupa que la hayan atacado, está claro que la mujer va a tomar un papel protagónico, como lo hizo Eva, las madres y las pibas de la juventud».

Al final de sus palabras, miró y señaló a todos los jóvenes presentes y les dijo que «alzan banderas a la cuales me adhiero, veo rostros de compañeros que no están. Veo en los rostros de ustedes las ganas de luchar por la justicia, la libertad y la igualdad. Discutan, debatan, están llamados participar activamente, para que el justicialismo pueda dar la respuesta. Sean valientes, transgresores, luchen. ¡Amor y fuerza!, concluyó.