Prensa Latina


(PL)

Iraq amaneció hoy sumido en una conmoción casi unánime cuando los habitantes de Bagdad se disponen a sepultar a los 132 muertos causados por dos potentes atentados, que dejaron también más de 500 heridos.

El que ya clasifica como el atentado más letal de los últimos años fue ejecutado el domingo mediante la detonación de dos carros bomba contra las sedes del Ministerio de Justicia y del gobierno provincial capitalino, muy próximas de la fortificada Zona Verde.

Fuentes policiales indicaron que todas las víctimas fueron civiles que laboraban en esas instalaciones o transitaban en la mañana de ayer por la región de Al-Salehiya, en pleno centro de Bagdad.

De un balance inicial de 74 bajas fatales y 265 lesionados, las cifras aumentaron progresivamente de modo proporcional al avance de la labor de los socorristas que removían escombros y extraían cuerpos de los dos edificios completamente destruidos por las deflagraciones.

El ministro iraquí de Salud, Saleh Al-Hasnawi, comentó que el elevado número de heridos obligó a repartirlos entre el hospital central de Bagdad y los de Al-Kindi, Al-Yarmuk y Ibn Al-Nafis, para facilitar la atención de urgencia.

La policía, entretanto, explicó que muchos vehículos quedaron reducidos a cenizas, incluidos algunos que circulaban con pasajeros, mientras precisó que los dos carros bomba fueron colocados en estacionamientos próximos a ambos edificios públicos.

El primer ministro iraquí, Nouri Al-Maliki, visitó la escena del atentado y los atribuyó a sectores que -dijo- intentan desestabilizar el proceso político del país e impedir la realización de elecciones parlamentarias previstas para enero de 2010.

De hecho, los bombazos ocurrieron horas antes de que el Consejo Político para la Seguridad Nacional, integrado por la máxima dirección de Iraq y jefes de varios partidos, se reuniera en busca de un compromiso sobre la polémica ley electoral, que aún debe ser aprobada.

Otros reportes indicaron que dos contratistas de seguridad de Estados Unidos resultaron heridos y vehículos de su embajada en Bagdad, situada en la Zona Verde, sufrieron daños por las explosiones.

La capital iraquí fue sacudida el pasado 19 de agosto por dos una serie de atentados coordinados contra ministerios en la misma zona blanco del ataque de ayer, con saldo de unos 100 muertos y alrededor de mil heridos, según cifras oficiales.