TeleSUR
El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró este jueves que regresará a su país «en los próximos días» y que para ello ha decidido tomar el «camino medio», que definió como el del acuerdo concertado. Calificó la cancelación de la ayuda estadounidense al gobierno de facto como satisfactoria y dijo que este paso le impedirá a los golpistas reafrimarse en el poder después de las elecciones de noviembre venidero.
«Hoy le puedo garantizar (…) que mi retorno a Honduras es inminente, estoy agotando el proceso de la diplomacia internacional, pero no renuncio a regresar a mi país y a terminar todos los días de mi mandato», dijo Zelaya en una entrevista concedida en exclusiva a teleSUR desde Washington.
«He escogido el camino medio para el retorno (…). el camino medio me refiero a un arreglo concertado», detalló.
Dijo estar seguro de que cuando retorne a Honduras el pueblo lo acompañará. «Voy a retornar a Honduras en los próximos días (…)Por las buenas o por las buenas, pero regreso a mi país», insistió.
Explicó que había un temor en la comunidad internacional de que Washington no se ajustaría a las políticas adoptadas por America Latina respecto al gobierno de facto hondureño, pero con la decisión que ha tomado sobre la cancelación definitiva de la ayuda al país centroamericano, la cual calificó como satisfactoria, se reafirma un consenso regional que no le va a permitir a los golpistas una estrategia para establecerse después de elecciones.
«Hoy Washington ha dicho, como los demás países de América que va a cancelar visas a miembros y simpatizantes de los golpistas; que congelará la ayuda económica prevista para Honduras, lo cual implica la cancelación de muchas obras de infraestructura y que no reconocerá el resultado de unas elecciones plagada de vicios contra el pueblo; lo cual me parece satisfactorio», manifiestó Zelaya.
Zelaya considera que revertir el golpe de Estado del pasado 28 de junio es difícil, sin embargo expresó que «nadie ha dicho que sea fácil. ¿Qué triunfo grande se obtiene con poco esfuerzo y poco sacrificio?. Si se obtiene un triunfo se reconocería que Honduras es fuerte para revertir un golpe de Estado».
El depuesto presidente de Honduras declaró que el pueblo y la comunidad internacional rechazan que la fuerza se imponga ante la razón y reconoció que el esfuerzo de todos los países de la región está obteniendo el resultado esperado, la reposición de la democracia en el país centroamericano con el fin de dar un ejemplo a los que hacen golpes de Estado.
Sobre las elecciones de noviembre organizadas por el gobierno de facto, presidido por Roberto Micheletti, Manuel Zelaya declaró que en éstas no puede haber transparencia si una de las fuerzas que participará (el pueblo) ha sido reprimida.
«¿Cómo un gobierno que surge de una élite económica garantiza legalidad si ellos son ilegítimos?. Las elecciones en Honduras profundizarían la crisis y no habrían las transformaciones que quiere el pueblo hondureño, como son más democracia y más libertad económica. Cuando hay exclusión de la población en la economía, el pueblo tiene derecho a protestar y tiene derecho a proponer reformas»; manifestó Zelaya al comparar la reforma del sistema de salud que el presidente estadounidense, Barack Obama, promueve en su país y dijo que él no puede ser derrocado por un golpe de Estado por proponer dicha reforma.
Asimismo expresó que quiere sentirse respaldado por los presidentes de toda América para que este retorno a la democracia sea compartido por todos los pueblos del continente y darle un ejemplo a los que piensan que el orden se puede restituir por las armas.
Micheletti perdió la vergüenza
Al ser consultado sobre las recientes declaraciones del gobierno de Micheletti sobre su supuesta disminución política respondió que el gobierno de facto «perdió la vergüenza y ya no les importa mentir» puesto que tras 68 días del golpe de Estado la condena de la comunidad internacional cada día es más enérgica.
«Brasil ha cancelado la circulación por su país de los golpistas; todos los presidentes han tomado acciones enérgicas contra el golpe y hoy EE.UU. ha dado un indicio de que no acepta golpe de Estado», argumentó Zelaya e indicó que la derecha estadounidense ha demostrado que apoya a este régimen de facto; lo cual fortalece un poco a Micheletti.
Expresó que estos grupos conservadores hacen que Micheletti diga cosas como que Honduras no necesita del mundo, «como si Honduras fuera un gran país productor de petróleo» e indicó que el 70 por ciento de la economía hondureña depende de EE.UU y otro tanto de más países. «Creo que las cosas que él dice son delirantes (Â…) No está en sus cabales», manifestó.