En declaraciones a una radio paraguaya, de acuerdo con Telesur, Zelaya, quien se encuentra en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, sostuvo: ‘Ellos me ofrecen cosas que no me interesan’.
El plan consistía en que el presidente constitucional hondureño dejara sin efecto todas las denuncias sobre lo acontecido el 28 de junio, día en que fue derrocado, y además aceptara que otra persona, distinta a él y a Micheletti, asumiera el poder.
Además, Zelaya describió el cerco militar que se ha instalado alrededor de la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
‘Hay un régimen fuerte de terror, los militares rodean la cuadra, desalojaron la zona adyacente, allanaron casas y utilizan aparatos electrónicos de alta frecuencia para bloquear nuestras comunicaciones’, agregó.
Dijo que las personas que se encuentran dentro del lugar -periodistas y diplomáticos, entre otros- son víctimas de intimidación y de privación de la libertad y denunció que no pueden salir ni entrar al recinto, así como tampoco les puede llegar comida.
Desde que el Mandatario fue forzado a abandonar el poder, y se instaló el gobierno dictatorial de Micheletti, se han ordenado acciones represivas contra miles de personas que exigen el retorno del mandatario.
Represiones, asesinatos, heridos, amenazas, toques de queda y desabastecimiento de alimentos son algunas de las consecuencias de la ruptura del hilo constitucional.