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Así lo informaron en Ushuaia los organizadores, quienes junto a ex combatientes y funcionarios nacionales y locales, brindaron una conferencia de prensa en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno de Tierra del Fuego.

El viaje es coordinado por el apoderado de la Asociación de Familiares, el veterano de Malvinas César Trejo, quien explicó que estarán en Malvinas entre el 3 y el 10 de octubre, a donde viajarán desde Río Gallegos.

El avión partirá de Buenos Aires, donde será abordado por familiares de gran parte del país.

Trejo destacó que la inauguración del monumento será muy emotiva para todos, ya que desde 1998 les demandó mucho trabajo, y contó con diversos benefactores.

A su vez Sandra Dosch, representante de Cancillería y Cascos Blancos, dijo que el homenaje «significa un reconocimiento histórico, que cuenta con el absoluto compromiso del gobierno nacional».

Indicó que el objetivo de Cascos Blancos será «acompañar para contener a los familiares, porque se trata de un viaje muy emotivo para los que tienen a sus seres queridos en las islas».

Por otra parte explicaron que el monumento es un cenotafio semicircular de 56 metros, que bordea el perímetro del cementerio de Darwin de la isla Soledad, ubicado a 130 kilómetros de Puerto Argentino.

Es encabezado por una cruz mayor de tres metros de altura, y tiene en su superficie 24 placas que representan a las provincias argentinas.

También cuenta con los 649 nombres de los soldados muertos en la guerra, inscripción que a pedido de los familiares no tiene los grados ni las fuerzas a las que pertenecían los combatientes.

Otro matiz destacado del homenaje será la entronización de la imagen de la Virgen de Luján -que en estos meses recorrió casi todo el país- junto a la tumba de los soldados argentinos.

Trejo destacó el trabajo de numerosos familiares en la organización del viaje y recordó que aquellos que todavía no se inscribieron para ir a Malvinas pueden obtener más información llamando al 0800 555 0351.

Emoción ante la inminencia del viaje

La presentación en Ushuaia del viaje a Malvinas de parte de los familiares de caídos en la guerra dio espacio a expresiones emocionadas de los protagonistas.

Graciela Alvarez, quien perdió al padre de su esposo César Alvarez, afirmó: «sólo el que es familiar de aquel ciudadano, que perdió al soldado que estuvo allá, sabe lo que se siente. Los demás miran de afuera».

La mujer instó a los argentinos a «no olvidar» a los caídos, y consideró que la mayor pérdida de la guerra no fue la tierra sino «un montón de chicos», por lo que «muchos están sufriendo en silencio».

A su vez Lola Barrionuevo, cuyo esposo murió en la guerra, observó que en este viaje «para algunos padres será la última vez que vayan a visitar la tumba de sus hijos», y consideró que el evento será «inolvidable» para los familiares.