Javier Monagas Maita   

 

¡QUE CARAJO!:

( o  aprendemos a caminar en lo resbaloso, o  le seguimos haciendo el juego a los gringos,  la oligarquía colombiana, la venezolana y los perros traidores disfrazados de revolucionarios.)

¿Hasta cuando tenemos que escuchar la explicaciones de quienes no tienen  interés en explicar nada o simplemente no hay nada que explicar y solo se solicita ésta para disimular y evadir decir las cosas tal como son. Al contrario producen situaciones con premeditación, para producir efectos retardantes de otras decisiones que les puedan afectar, o que puedan dar tiempo para que se diluya la protesta primaria y ante una nueva provocación o escalada, se tenga que cambiar las prioridades y re iniciar otro reclamo.  Ese es el caso de los países del Caribe sur latinoamericano, respecto a Colombia, su gobierno y la oligarquía.

Es harto conocida la desfachatez colombiana oficial al mentir respecto a todo.  No hay nada que no haga la elite mafiosa gobernante en ese país, que no tenga el sello de la hipocresía y la falsedad.  Se dice que hay que cumplir algunos requisitos formales para que el pueblo colombiano tenga claro por que se reclama a su gobierno todas las traiciones y agresiones que hace, pero creo que es suficiente ya de contemplaciones, para quienes no la tienen para con sus vecinos. La oligarquía colombiana en su aberrante conducta, cuando pretende algo.  Primero se hace pasar por victima, luego pasa a la fases de acusar a los demás de la desgracia programada que éllos producen a su pueblo, para al fin salirse con las suyas, obtener dividendos de la miseria producida a su pueblo y a la  vez burlarse de los incautos que le hacen el juego sin saberlo a veces. No hablemos de lo de UNASUR en Argentina, tampoco lo de República Dominicana y el ataque contra los ecuatorianos. Hablemos de cómo han aliviado las presiones sociales internas, forzando a su ciudadanos pobres a emigrar a los países vecinos, ocasionando una sobrecarga en los servicios y en la dieta alimenticia de mas de cuatros millones de personas para Venezuela, dos millones para ecuador y cuatrocientos mil para panamá, sin incluir los desplazados a EEUU, España y otras naciones del orbe.  Todo eso es negocio para la oligarquía colombiana y carga para otras naciones.

No entiendo como a estas alturas se les sigue pidiendo explicaciones a los gobiernos de Colombia, sobre sus fechorías y su narco negocios paramilitares. ¿Quien puede tener duda de la implicación directa de la oligarquía y los gobiernos de Colombia ( sobre todo el de Uribe) con el narco trafico, la producción de droga, el asesinato del pueblo colombiano, el terrorismo rural y urbano en contra de todos los que se le oponen? ¿Ya no es suficiente la lluvia de evidencias de las relaciones carnales entre la oligarquía Colombiana, sus gobiernos y,  las elites que gobiernan en Estados Unidos? ¿Cuándo se sancionara a esas lacras perversas?  ¿No les da asco el rostro de todos lo Uribes que gobiernan y han gobernado en Colombia, cuando mienten descaradamente a cada reunión o convocatoria absurda que le hacen para que de explicación de lo que ya se conoce?

No hay que forzarse para establecer diferencias entre la oligarquía de Colombia, y la de Venezuela.  Lo único que veo resaltante,  es que la de aquí es más péndeja, pero a la vez más cobarde y bruta, con menos iniciativa y más manipulable; en lo demás es igual de sanguinaria y explotadora de los pobres, tan racista y tan baja de moral y ética como la colombiana.  Por algo se la llevan tan bien y colaboran tan estrechamente para arrastrarse ante el imperio.

Un tercer enemigo del pueblo latino caribeño. Son los miserables que se colocan el traje de revolucionarios, se copian el diccionario de rebeldía y se desgarran las ropas delante de los medios o en reuniones, recitando versos, estrofas y consignas sacadas de libros leídos, pero no comprendidos.  A cada discurrir, le complementan con citas bibliográficas de autores exquisitos o revolucionarios que destacaron en el pasado.  Pero lo curioso de todo, es que conocen el texto completo de las citas, mas no comprenden el significado ni su relación con la conciencia  y la verdadera razón de la lucha revolucionaria. Esos ¿camaradas? Están prestos a meter las zancadillas necesarias para escalar posiciones políticas y  burocráticas.  Yo no comprendo como aun se dejan colar dentro de los procesos revolucionarios para hacer negocios. A veces vienen de la mano de algunos ¿lideres) que los colocan para hacer lo que no pueden éllos hacer.  Pero entre el canto del gallo y antes de la salida del sol, se reparten el botín de las comisiones, contratos y colaboraciones espontaneas.  Las ilusiones y esperanzas de las bases del proceso son rehenes de estos manipuladores.  Hacen pactos de alianzas con los enemigos de ayer, pero que sirven para proyectar algunas negociaciones en las cuales las ganancias son para el que ejerce el poder a nombre de la revolución y para el esquirol escuálido que se cambió de traje por conveniencia.  Son prácticos y agiles para colocarse, lo  mismo para lucir sus adquisiciones y paseárnoslo por el rostro con una sonrisa burlona y sarcástica.

Esos revolucionaros, son los que pactan con la oposición las vocerías de los consejos comunales, para luego secuestrar la organización, elaborar los proyectos a conveniencia y en complicidad con organismos oficiales, recibir el financiamiento, desaparecer el dinero y acabar por no ejecutar un carajo,  de paso tienen suerte por que nunca hay seguimiento a esos financiamientos,  y si hay algunas denuncias   serias, el denunciante ira preso y será botado del partido y del cargo publico, si es que trabaja en ello.

Claro está, que no son todos los consejos comunales, ni todos los dirigentes políticos. Tal vez no sea en todos los estados, pero si les aseguro que hay un gran porcentaje con esas deficiencias.  No es invento mío, ni es que tengo intenciones de perjudicar el proceso o de tener aspiraciones de figuración.  Simplemente es lo que veo, recibo, percibo y me dicen está pasando.  Tampoco se trata de buscar culpables a priori o de echarle la culpa a unos pocos.  Creo que la culpa la tenemos todos, pero mas la tienen quienes son responsables por corregir o evitar pasen esas cosas y no hacen nada o hacen muy poco.  Por ejemplo en el parcelamiento de los cañizos, se robaron una bomba de un pozo de riego, (obra que no han inaugurado),  la bomba cuesta según la información más de sesenta millones de bolívares viejos, la gente del consejo comunal sabe quien es el ladrón, según la fuente, saben a quien se la vendió, en cuanto y donde, más sin embargo no denuncian nada ¿como se llama eso?  ¿De que vale invertir dinero, si no se controla la inversión? ¿Cuando se empezará a sancionar a los sinvergüenzas disfrazados de revolución?… es una lastima lo del espacio que no alcanza para decir más sobre los temas.

javierdelvallemonagas@gmail.com