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Los líderes de las naciones integrantes del Grupo de los 20 concertaron este viernes institucionalizar ese bloque como el foro económico para coordinar una política mundial coherente.

El acuerdo incluye una nueva arquitectura combinada con el G8 (las economías más poderosas del planeta) y la realización de una reunión de los dos grupos el próximo año en Canadá, anunció un comunicado de la cumbre.

Según el texto, se trata de llevar a la mesa de discusión a los países necesarios para construir una economía mundial más fuerte y equilibrada, reformar el sistema financiero y mejorar las vidas de los más pobres.

El G20 representa al 85% de la economía mundial y sus líderes se comprometieron en Pittsburg a esforzarse por controlar el peligroso desequilibro que contribuyó con el derrumbe del sistema financiero, informó la agencia de noticias Prensa Latina.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y otros gobernantes declararon que la sistematicidad de estas reuniones será la mejor manera de coordinar una política económica mundial coherente, a través de una junta de directores, acordada en la presente cumbre.

Dicho equipo se encargará de la tarea que durante tres décadas estuvo en manos de las naciones más ricas del mundo, el G7, Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Canadá, y que hace 10 años sumó a Rusia.

El Grupo de los 20 está integrado por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Europea.

Al respecto, el primer ministro británico, Gordon Brown, afirmó que el G20 se convertirá en la principal organización para lidiar con la administración económica en todo el mundo.

Tal decisión quedó respaldada con el debate este viernes de difíciles asuntos económicos y con la búsqueda de soluciones que aseguren no repetir los excesos financieros, los cuales terminaron en la peor crisis económica mundial desde la Gran Depresión.

Fortalecer el G20 es un gran cambio y destaca cómo el equilibrio mundial del poder varió en los últimos 40 años, pero el G8 continuará sus encuentros para asuntos de importancia común, entre ellos la seguridad nacional, aclaró la Casa Blanca.