Flavio Dalostto

No se puede negar la habilidad de Hugo Chávez para mover los hilos en esta Guerra Fría Americana. Lo que no puede lograr con acciones militares, lo compensa con inteligencia. Ha usado, más que su propia fuerza, la fuerza del enemigo y la fuerza de los amigos, como en una maniobra karatekiana. Después que devino el Golpe de Estado en Honduras, cobró un inmenso protagonismo como el principal defensor de la restitución de su aliado Zelaya; pero cuando olió que la dictadura era muy Dura, y Obama dudaba, hizo un paso al costado, bajó su perfil, y se dedicó a estudiar la situación. Como todos sabemos la Dictadura de Micheletti, el Carde-Mal Madariaga y el mercenario Romeo Vásquez sigue sostenida militarmente por sus Fuerzas Armadas y por el flujo económico de los Estados Unidos. El primer olor a descomposición de los golpistas, no provino de su aislamiento internacional; sino de las peleas matrimoniales con sus propios patrocinadores, los Estados Unidos. A tal punto, que la impertinencia de los golpistas los llevó a tomar posición «anti-Obama», «antinorteamericana», «anti-imperialista». Allí fue cuando Hugo Chávez olió la sangre de la Gallina herida y preparó el regreso de Zelaya a Honduras.

No sabemos bien por donde anduvo Zelaya antes de ingresar ni como lo hizo. Eso no importa. Lo que importa es que Chávez es el artífice de ese Regreso a Tegucigalpa. De allí, el presidente venezolano planeó la estrategia del asilo de Zelaya en la embajada de Brasil. En la de Venezuela, imposible. La dictadura no habría dudado un segundo en arrasarla. Además, Lula siempre defendió la causa de Zelaya con el protagonismo propio del Virrey que quiso ser; cuando los «grandes» del Norte lo palmeaban y le auguraban un sitial de honor entre las potencias planetarias. Al fin y al cabo, la UNASUR es un invento de Lula. ¿Está molesto Lula con Chávez? Sí, claro. Chávez le tiró un paquete de plomo por la ventana; con el siguiente razonamiento «¿No querías ser Rey del Mundo vos? Bueno, aquí está tu oportunidad de demostrarlo. Te brindo la oportunidad que protejas a Zelaya y te lleves los Laureles de la Gloria». Pero no, Lula quería ser Rey «sin riesgos», así «como de lejos».

A fines del año pasado, el domingo 7 de diciembre de 2008, en el artículo » LUGO SE PONE LOS PANTALONES LARGOS Y PARAGUAY QUIERE DEJAR DE ESTAR DE RODILLAS», escribía ‘Hace unas semanas, Lula patoteó al Paraguay, con sus infelices ejercicios militares frente a Ciudad del Este, justo cuando estallaba el conflicto INTERNO entre campesinos paraguayos ávidos de Tierra y chacareros brasileños residentes en Paraguay. Luego, uno de su generales, amenazó con la hipótesis de tomar la represa binacional de Itaipú, con un «chasquear de dedos» (el militar no fue ni reprendido). Hace pocos días, el ejército brasileño invadió Paraguay, 30 metros adentro de sus fronteras. La respuesta del oficial a cargo de la invasión, se disculpó «no nos dimos cuenta». A esto se suma, el conflicto con el Ecuador de Rafael Correa, estafado por una empresa constructora brasileña, que era pagada por un crédito otorgado a Ecuador por un banco estatal brasileño BNDES. Correa se negó a pagar el crédito, así nomás, después que la obra de la empresa brasileña tiene graves fallas y dejó 4 meses sin agua potable a los ecuatorianos. Lula, bien molesto, retiró su embajador, con lo cual, técnicamente, rompió relaciones diplomáticas con Ecuador.’

¡Cuánta firmeza Lula, con Paraguay y Ecuador, tus vecinos, por tratar de ser soberanos! Lugo rechazó la presencia de 500 soldados norteamericanos en su país y Correa recuperó la soberanía ecuatoriana sobre la base de Manta. ¡Cuanta firmeza contra dos países hermanos, que luchan por desarrollar sus procesos de Cambio, en Paz! Con ellos sí, Lula, les hiciste sentir el Peso de la Maquinaria Militar y Económica Brasileña; pero no contra una Dictadura Sangrienta que está atacando no solo a su propio Pueblo; sino a territorio brasileño (la embajada en Tegucigalpa lo es) desde hace 6 días, lanzando dentro de Brasil gases venenosos, rayos de ultrasonidos, cortes de agua, luz y teléfonos, impidiendo que lleguen los médicos o los alimentos, poniendo en riesgo la vida tanto de brasileños como de Zelaya y sus acompañantes. ¿Para esto se rearma Brasil? Alan García, el presidente de Perú y empresas israelíes proveen a la Dictadura de Micheletti los gases tóxicos que están envenenando al personal brasileño y no brasileño de la embajada brasileña en Tegucigalpa. ¿Se pondrá firme Lula con ellos también. Lo dudo mucho.

La jugada de Chávez fue excelente; porque nos permitirá ver si a Lula le da el piné*. Lula no quería bailar «me duelen los pies», dijo. «Disfruto con verlos», agregó. Pero Hugo sacó a bailar a la más Fea, y en lo más ajetreado del Baile, la arrojó en brazos de Lula. «Es tuya, Rey», dijo Chávez. Y Lula, le guste o no, tendrá que bailar. En el medio de la Pista y la Música, no queda más que bailar. Cuantos más días la embajada brasileña permanezca asediada, más crecerá la sensación de que Lula no defiende a nadie (a menos que se trate de grandes empresarios o latifundistas brasileños). Ojalá Lula haga algo epopéyico y me tenga que comer lo que escribo. Le pondría sal y a pedacitos y con mucho gusto.

*piné: no dar la talla para llevar a cabo alguna tarea

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