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La presidenta de Argentina criticó ante la reunión de la ONU, la actuación del gobierno de facto hondureño hacia la embajada de Brasil en ese país, que mantiene albergado al presidente legítimo de esa nación, Manuel Zelaya. «Ni en Chile durante la dictadura del General Pinochet ni en Argentina cuando la dictadura del general Jorge Rafael Videla, hubo un comportamiento similar con embajadas que activamente trabajaban en el asilo de los refugiados», denunció Fernández.

De acuerdo a la mandataria, «multilateralismo significa también que debemos fijar reglas», que deberán ser acatadas por todos los países. «Yo apelo, y lo hago para poder realizar una tarea de salvaguarda de dos valores básicos (…), la democracia y la vigencia de los Derechos Humanos», matizó.

«Definir el mutilateralismo va a exigir acciones y reglas concretas para que todos tengamos los mínimos parámetros», añadió.

Reiteró que existe una «necesidad clara de concebir el mutilateralismo no solamente como una declaración retórica (…) sino en efectivos resultados», porque de lo contrario «cada vez más va ser más complicado alcanzarlo».

Con respecto a la presencia de un gobierno ilegítimo en Honduras, la mandataria enfatizó que «es imprescindible que tomemos conciencia que si no construimos y diseñamos una estrategia multilateral fuerte, precisa, que haga retornar la democracia en Honduras (…) que asegure que hayan elecciones libres y democráticas (…) estaremos sentando un severo precedente», en una región que sufrió interrupciones antidemocráticas.

Pedido a Irán

La presidenta también aprovechó la reunión de la ONU para reiterarle a Irán la solicitud que ha realizado en dos oportunidades anteriores de la extradición de las personas presuntamente implicadas en dos atentados contra intereses israelíes en su país. El primero contra la embajada de Israel y el segundo contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

«Reiterar una vez más ese pedido de lograr que los funcionarios a los cuales la justicia argentina les asigna responsabilidad, puedan ser extraditados, no para ser encarcelados, sino para ser juzgados», demandó la mandataria argentina.

Aseguró plenas garantías para los extraditados, uno de los cuales dijo que recientemente fue ascendido a ministro. En Argentina, «hay garantías de libertad, de justicia de administración de justicia», dijo.

La solicitud de la presidenta en la ONU fue realizada a propósito de la presencia de su homólogo de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, a quien se dirigió: «yo se que (cuando le toque el derecho de palabra probablemente) va a negar tragedias históricas que occidente ha sufrido durante el siglo XX, o invocará la amenaza de otros imperialismos, seguramente también invocará a Dios», expresó Fernández.

A esas suposiciones, la presidenta de Argentina, respondió: «Mi país no es, ni por historia, ni por convicción, un país imperialista, es un país que por el contrario, ha sufrido el rigor colonial.(…) yo también como él creo en Dios, tal vez en credos diferentes», por lo que le demandó de nuevo la extradición.

«No creemos que Dios pueda obligarnos a no cumplir con la justicia», matizó.