UNASUR vino a reemplazar hace poco más de un año, en mayo de 2008, a la Comunidad Suramericana de Naciones, la cual fue creada en Cuzco (Perú), el 8 de diciembre de 2004 por los doce países de América del Sur: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, todos ellos continúan en el bloque.
Como organización supranacional e intergubernamental, basada en el modelo de la Unión Europea, UNASUR pretende convertirse en una zona de libre comercio que unirá los dos grupos ya existentes: la Comunidad Andina de Naciones (CAN, integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) y MERCOSUR (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
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Las cumbres de presidentes de América del Sur comenzaron con el encuentro de Brasilia en 2000. En la segunda reunión, en 2002 en Ecuador, se logró el Consenso de Guayaquil sobre Integración, Seguridad e Infraestructura para el Desarrollo regional.
La Declaración de Cuzco, adoptada el 8 de diciembre de 2004 en la III Cumbre de Presidentes de América del Sur, fue la piedra fundacional de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN), basada en el «entendimiento político y la integración económica y social de los pueblos de América del Sur».
En la primera se declaró como objetivo político que la «asociación recíproca de los Estados Partes del MERCOSUR y de la CAN, así como la asociación de Surinam, Guyana y Chile, son esenciales para la conformación de la CSN, con miras a la finalidad última de la unión sudamericana».
En la segunda cumbre, se adoptó la Declaración de Cochabamba (2006), que estableció como prioridades: la superación de las asimetrías entre países y sus regiones; la integración energética para mejorar el aprovechamiento de los recursos; el desarrollo de infraestructuras de transportes y telecomunicaciones para interconectar los pueblos.
Además de la cooperación económica y comercial para avanzar en el proceso de convergencia; integración de mecanismos financieros, así como la integración industrial y productiva y la cooperación ambiental y en materia de defensa.
Todo ello según un «Nuevo Contrato Social Sudamericano», consistente en una «integración con rostro humano articulada con la agenda productiva» y con metas definidas de desarrollo social.
A largo plazo se avanzaría hacia una «ciudadanía sudamericana», mediante el reconocimiento progresivo de los derechos civiles, políticos y laborales de los nacionales de un Estado en cualquiera de los países miembros.
En la I Cumbre Energética Suramericana, el 16 de abril de 2007 en Isla Margarita (Venezuela), los gobernantes de los Doce aprobaron renombrar la CSN como «Unión de Naciones Suramericanas» (Unasur).
En esa ocasión, se designó una Secretaría Permanente con sede en Quito y se encomendó a los ministros de Exteriores el proyecto de Acuerdo Constitutivo de Unasur, que se aprobó en la Cumbre celebrada el 23 mayo de 2008.
En julio de 2007 se iniciaron las reuniones del Consejo de Delegados de Unasur para crear los órganos de funcionamiento. En enero de 2008 los cancilleres de los países miembros acordaron en Cartagena (Colombia), las bases del proceso de integración, su naturaleza, el alcance y la estructura institucional de la Unasur.
Las bases del tratado constitutivo de UNASUR, aprobado el 23 de mayo de 2008 en Brasilia, prevé el proceso de integración mediante:
1) concertación y coordinación política
2) acuerdo de libre comercio
3) integración física, energética y en comunicaciones
4) armonización de políticas en desarrollo rural y agroalimentario
5) cooperación en tecnología, ciencia, educación y cultura
6) integración entre empresas y sociedad civil.
En la Cumbre de Brasilia (2008), los doce países del bloque aprobaron el tratado constitutivo de la Unión, que celebrará cumbres presidenciales anuales, reuniones ministeriales semestrales y cuenta con una secretaría permanente con sede en Quito.
Los órganos que integran la unión son: el Consejo de jefas y jefes de Estado y de Gobierno, el Consejo de cancilleres, el de delegados y la Secretaría General.
El tratado prevé la constitución de un Parlamento Suramericano y tendrá una presidencia pro témpore.
La misión de la presidencia rotativa será «preparar, convocar y presidir las reuniones de los órganos de UNASUR».
UNASUR cubre 17,7 millones de km2, donde viven más de 386 millones de personas.
El territorio de la Guayana Francesa permanece en manos de Francia. México y Panamá son observadores ante UNASUR.
PRESIDENCIAS
El 23 de mayo de 2008, el mandatario boliviano, Evo Morales, pasó el testigo de la presidencia a la jefa de Estado de Chile, Michelle Bachelet.
El 10 de agosto de 2009, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, asume la presidencia pro témpore de UNASUR.