El gobierno colombiano, por su parte, envía oficios a los países involucrados cada vez que descubren un nuevo arsenal, según fuentes oficiales serían Corea del Norte y Venezuela quiénes no han respondido tal correspondencia. Sin embargo, el grueso de las armas incautadas en los últimos 10 años proviene de Europa Oriental y Estados Unidos.
Cabe recordar que hace algunos años el otrora presidente argentino, Carlos Menem, estuvo involucrado en un escándalo por venta de armas a Croacia y a Ecuador, además Menem tuvo una relación cercana con el traficante de armas de origen sirio Monzer al Kassar, quien se encuentra actualmente en Estados Unidos bajo cargos de terrorismo.
Por otra parte, hay que señalar que el en conflicto que se ha desatado en México, más del 70% de las armas incautadas a los narcotraficantes, provienen de tiendas en Estados Unidos, fueron compradas legalmente, específicamente en los estados de Texas, California y Arizona.
Según informes del Congreso colombiano, algunos de los incidentes de mediados de la década de los 90 entre la guerrilla colombiana y la Guardia Nacional de Venezuela habrían tenido origen en líos de armas.
Según reporta el rotativo bogotano, las armas antitanque suecas que esta semana calentaron las relaciones entre Colombia y Venezuela no son, ni mucho menos, las únicas de ese tipo que el DAS, la Policía y el Ejército han incautado.
Los registros del Giat (Grupo Interinstitucional de Análisis Antiterrorista), reportan al menos 200 de esos aparatos, conocidos popularmente como rockets y que se usan para perforar blindajes.
De uno de ellos, un M-72 A 2 de fabricación americana, se tuvo noticia el 15 de octubre del 2003 en Bogotá, cuando milicianos de las Farc atentaron contra Jorge Visbal Martelo, presidente de la Federación de Ganaderos de Colombia, quien salió ileso en el atentado.