TeleSUR


El comandante de las Fuerzas Militares colombianas, general Freddy Padilla, indicó este martes que serán siete el número total de bases colombianas que contarán con la presencia de militares estadounidenses, según un controvertido acuerdo firmado por ambas naciones.

El anunció fue formulado durante su discurso de inauguración de la cumbre de Comandantes de Fuerzas Militares de 10 países que se lleva a cabo en la ciudad costeña de Cartagena.

El encuentro que durará dos días, y en el que no participan Venezuela ni Ecuador, cuenta con la presencia de los altos mandos militares de Uruguay, Paraguay, Argentina, Perú, Chile, México y Panamá, además de la participación especial del comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, General Douglas Fraser.

Padilla indicó que dos bases del Ejército Nacional y dos de la Armada, se sumaron a las tres de las Fuerza Aérea en las que ya se sabía que iba a haber operación de militares de Estados Unidos, de esta manera las bases de Cartagena, Larandia (Caquetá), Tolemaida (Cundinarca), Málaga, en el Pacífico son las nuevas que se suman a Apiay (Meta), Palanquero (Cundinamarca) y Malambo (Atlántico).

Los países de la región ya han reaccionado a la presencia militar estadounidense en América Latina. El canciller de Brasil, Celso Amorim, insistió que Estados Unidos y Colombia deben explicar mejor sus negociaciones para la instalación de las bases militares en el país suramericano, pues esto implica la ampliación de la presencia de tropas extranjeras en la región y crea una «situación nueva».

Para el diplomático, Colombia «es un país soberano y tiene derecho a hacer lo que quiera en su territorio, pero se trata de una presencia militar importante en el vecindario», dijo Amorim en una entrevista que publicó este domingo el diario brasileño Folha de Sáo Paulo.

Las explicaciones del presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien ha dicho que la presencia de los marines estadounidenses supone una «fase mejorada del Plan Colombia» y que fortalecerá la lucha contra los grupos irregulares, parece no haber convencido a Celso Amorim quien consideró que son necesarias «más explicaciones», pues «en la región es importante tener transparencia y claridad y tal vez eso ha faltado».

Otro país que se ha mostrado preocupado por esta situación es Venezuela, cuyo presidente, Hugo Chávez, calificó la alianza militar colombo – estadounidense como un peligro para la soberanía y estabilidad de la región .

«Estas nuevas bases militares constituyen un peligro real y concreto contra la soberanía y la estabilidad de la región suramericana. Son puntas de lanza del nuevo coloniaje», afirmó Chávez en sus acostumbradas líneas que se publican todos los domingos.

El canciller ecuatoriano, Fánder Falconí, también se pronunció este martes sobre el tema, e indicó que «no existe ningún tipo de justificación» para el uso de bases militares colombianas por parte de militares estadounidenses, a pesar de las explicaciones que pretende dar el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, durante la gira que comenzó este martes por siete países de la región.

«Evidentemente el presidente Uribe está en su legítimo derecho de expresar los alcances de este tipo de acuerdos que, desde nuestro punto de vista, no existe ningún tipo de justificación», señaló Falconí.

El canciller ecuatoriano se refirió así a la gira que Uribe va a emprender este martes por Perú, Chile, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, y posiblemente Bolivia, con el fin de exponer el contenido y justificar el acuerdo con EE.UU.

En «América Latina debemos ya desechar esta presencia de bases extranjeras», subrayó Falconí, para quien lo importante es concentrarse en tener programas públicos de combate a la pobreza, reducir las desigualdades y lograr bienestar.

El canciller afirmó además que la gira de Uribe por Suramérica obedece a la preocupación y el desacuerdo que han demostrado los mandatarios de la región acerca del incremento de la presencia militar estadounidense en su país.