Indicó que arribará al aeropuerto internacional de Honduras acompañado de varios presidentes y personalidades de la Comunidad Internacional este domingo, y ese día «estaremos en Tegucigalpa acompañándolos y abrazando» al pueblo.
Zelaya, en su declaración, le advirtió a los golpistas, a los que llamó los «judas que le besaron la mejilla», que están cercados por todos los gobiernos del mundo y los invitó a desistir de esta postura.
«Hablo a ustedes, traidores, judas que me besaron la mejilla para después darle un gran golpe a nuestro país y a la democracia: deben rectificar en el menor tiempo posible. ¡Están rodeados! El mundo les ha hecho un vacío, todas las naciones del mundo los han condenado. Sin excepciones. Hay un repudio general contra ustedes. No van a pasar en vano sus hecho, porque tendrán que rendirle cuenta a los tribunales internacionales por el genocidio que están haciendo en nuestro país al suprimir las libertades y reprimir a nuestro pueblo».
«Yo estoy organizando mi retorno a Honduras. Le pido a todos los campesinos, a las amas de casa, a los pobladores, a los indígenas, a los jóvenes, a los diferentes grupos de organizaciones de trabajadores, de empresarios, diferentes amigos políticos que tengo en todo el país, de alcaldes, diputados, que me acompañen a mi retorno a Honduras. Es el retorno del Presidente electo por la voluntad soberana, el pueblo».
«Estoy dispuesto a hacer cualquier esfuerzo o cualquier sacrificio por obtener la libertad que nuestro país necesita. ¡O somos libres, o seremos esclavos de forma permanente!».
Fue enfático al pedirle a su pueblo: «No lleven armas, ningún arma. Practiquen la no violencia. Que ellos (los golpistas) sean los que lleven la violencia, las armas y la represión, los hago responsables a los golpistas de cada vida, de cada persona, de cada integridad física y la dignidad del pueblo hondureño».
Respecto al golpe, indicó: «Este zarpazo es en contra de la nación hondureña, y ha puesto en evidencia ante el mundo de que en Honduras hay una especie de barbarie, y personas que no tienen idea del daño que hacen al país y a futuras generaciones».
«Los hondureños siempre hemos sabido unirnos para salir adelante, y esta es una gran oportunidad para demostrarle al mundo que los hondureños somos capaces de enfrentar estos problemas y salir adelante a pesar de los obstáculos de eesta secta criminal que pretende apropiarse de los destinos de nuestros hijos»