YVKE Mundial (Luigino Bracci Roa)


Durante el acto de conmemoración de los 10 años de elección de los miembros a la Asamblea Nacional Constituyente, el Presidente Hugo Chávez calificó de «muy lamentable» el papel que el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, ha jugado en la mediación tras el golpe de Estado sufrido por el presidente José Manuel Zelaya.

Arias afirmó que el intento del Presidente de Honduras, José Manuel Zelaya, de ingresar a su país este sábado “no es el camino” para solucionar la crisis de ese país y abogó porque se firme el acuerdo propuesto por él, llamado «Acuerdo de San José», y que, según el propio presidente Chávez, no es otra cosa sino una «rendición».

Declaró Arias: “Gracias a Dios fue una visita corta y no tuvo consecuencias que tengamos que lamentar, pero ése no es el camino para la reconciliación del pueblo hondureño”. Agregó que si se quiere “resolver de verdad el conflicto que divide y polariza a la población hondureña, tiene que ser a través de un acuerdo y el mejor acuerdo que está sobre la mesa es el de San José, que ha recibido el apoyo casi unánime del mundo entero”.

Chávez alabó la acción de Zelaya de acercarse a la frontera de Honduras y tratar de ingresar a su país, e indicó que las declaraciones de Arias no hacen otra cosa sino «estar repitiendo lo que le dice el Departamento de Estado (norteamericano), y eso es indigno de un presidente de América Latina».

«¿Cuál es el camino? ¿La rendición? ¿La inmoralidad? Yo le dije a Zelaya por teléfono el día que venía de Washington, cuando la Secretaria de Estado le abrió las puertas a la trampa de Costa Rica, y le abrió las puertas del pantano», indicó Chávez.

Indicó Chávez que Zelaya le pidió su opinión sobre el acuerdo propuesto por Arias, y Chávez le respondió: «es una trampa». También indicó que Zelaya intuía el camino que estaba tomando cuando empezaba a dar pasos hace meses para llamar a una Asamblea Nacional Constituyente en su país.

«Afortunadamente creo que él salió rápidamente de la trampa, porque pretendían que él se quedara allí. Y tengo la impresión de que ese plan no nació ese día. Por algo los militares lo mandaron a Costa Rica. Por algo me consta que yo mandé al canciller Arias Cárdenas a entrevistarse con Zelaya en Costa Rica, y Arias Cárdenas tiene diversas pruebas (…) Zelaya quería irse, y Arias no quería que Zelaya se fuera de Costa Rica. Sólo el Alba pudo llevarse a Zelaya a Managua esa misma noche, antes de que amaneciera y en medio de un aguacero que recorría Centroamérica».

«Luego, lo fueron llevando a la trampa. Él salió rápido de la trampa, así lo creo y es evidente».

Chávez recordó palabras de Zelaya en una conversación privada que sostuvieron, quien le indicó que al último hondureño que se atrevió a proponer una revolución y la unión de Centroamérica, lo fusilaron en San José de Costa Rica. «No permitas que te lleven y te fusilen moralmente en Costa Rica», le respondió Chávez.

Respecto al Acuerdo de San José, propuesto por Árias en su última intervención y que pretendía, entre otras cosas, una amnistía general y que no se hablara más de Asambleas Constituyentes, Chávez indicó que «allí lo que se está buscando es congelar la batalla para las elecciones de noviembre, y allí la burguesía se va a lavar la cara», recordó Chávez indicando que esa burguesía representa los intereses estadounidenses. Y recordó que el gobierno que salga de dichas elecciones no será reconocido por Venezuela, por provenir de un gobierno golpista.

Indicó que Zelaya había afirmado que aceptaría todos los puntos únicamente para demostrar que los propios golpistas no lo aceptarían, tal y como finalmente ocurrió.