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«Estamos aterrizando en el aeropuerto de Managua, nos reuniremos con próximamente con varios mandatarios de la región. Este esfuerzo que se hizo hoy que fue infructuoso por la represión que existe en el país (Honduras)».

Estas fueron las primeras palabras del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, tras su arribo a tierras nicaraguenses y luego de no haber podido aterrizar en el aeropuerto de Toncontín, militarizado por el gobierno golpista de Roberto Micheletti.

Detalló que los pilotos le informaron que con obstáculos en la pista no podía aterrizar.

Manifestó su preocupación por el pueblo hondureño que este domingo sufrió el recrudecimiento de la represión.