Durante una rueda de prensa con medios nacionales e internacionales, el mandatario venezolano afirmó que fue un «error craso» de Estados Unidos proponer un diálogo. «¿Un diálogo con quién? ¿Con estos usurpadores? ¿Los mismo que a estas horas están persiguiendo hondureños? ¿Los que ya han matado a varias personas?», se preguntó Chávez, y destacó que eso sería indigno. «Espero que el presidente Arias tome conciencia de la responsabilidad que ha asumido».
“Estamos dando el beneficio de la buena fe y estamos creyendo que fue un error, más no queremos pensar que se trate de un plan de Obama con Clinton. Esto constituiría una trampa para al democracia, un peligro y grave error no sólo para Honduras, sino para todo el continente Americano, esto que ocurrió en San José de Costa Rica”, sostuvo.
Destacó que afortunadamente el presidente Manuel Zelaya salió rápido de esa trampa, y lamentó que Oscar Arias pretendiera que Zelaya y Goriletti (al que ahora también bautizó este viernes como «Carmonetti») se sentaran en la misma mesa. Opinó que Goriletti debería ser detenido como delincuente internacional.
Indicó que Zelaya, de manera inteligente, aceptó este supuesto diálogo en estas condiciones, cuando todo indicaba que ya esa propuesta estaba muerta antes de comenzar, lo cual lo constató el Presidente constitucional hondureño.
El Jefe de Estado venezolano dijo que lo sucedido en Costa Rica este jueves sentó un precedente muy grave en el continente. «Que horrible que se vio a un presidente legítimo recibiendo a un usurpador y dándole el mismo trato», enfatizó Chávez.
«No solo la democracia está en juego, sino la paz del continente», resaltó. Explicó que se trata de la burguesía imperial y lacaya contra los pueblos, una muestra de la lucha de clases. «La batalla de Honduras, una batalla de todos nosotros», calificó.
El presidente venezolano resaltó que ahora los golpistas están queriendo lavarse las manos y dicen que los militares fueron los que se equivocaron. «Lo que tiene que hacer Goriletti es aceptar que no puede cambiar el rumbo de la historia», afirmó.
«Nosotros no descansaremos hasta que la democracia retorne a Honduras, y que el pueblo hondureño decida cual va a ser el rumbo», señaló Chávez, y detalló que no va a ser ni Zelaya ni Chávez quienes decidan. En este sentido hizo referencia al ataque que recibe de todo los medios internacionales de intervenir en la política del país centroamericano.
También salió a la defensa del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. “Lo están masacrando y lo tildan de chavista, como parte de la locura de la derecha extrema del continente que no haya cómo justificar el golpe de Estado dado contra el presidente Zelaya en Honduras. Es la burguesía de la extrema derecha, la imperialista, su irracionalidad”, enfatizó Chávez.
Por otro lado contó que en sus más de 10 años como presidente nunca había llamado al Departamento de Estado, pero que este jueves ante los acontecimientos llamó personalmente y habló con Tomas Shannon, subsecretario de estado para el hemisferio, al cual le expuso sus apreciaciones en cuanto a como la nación norteamericana esta tratando el tema Honduras.
Informó que fue atendido muy bien y que tomó la decisión de comunicarse con la instancia porque le preocupó como los mismo golpistas usaron a Hillary Clinton, «y al mismo Obama», de quien Chávez espera que se pronuncia en contra de esto al llegar de su gira internacional.