La marcha también pasó por el edificio del Congreso, según mostró Telesur. «La gente les gritaba traidores a los militares que estaban resguardando las instalaciones del Congreso, la gente les gritaba enfurecidos porque los consideran traidores a la Patria». Los gritos de «golpistas» se escuchaban claramente.
La manifestación en donde participan las principales agrupaciones sociales de Honduras, recorrió tres kilómetros y pasó por la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en esa capital, ubicada en el Bulervar Juan Pablo II, según reportó el enviado especial de la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN), Freddy Fernández.
Los movimientos populares exigen desde el pasado domingo, la restitución del Gobierno encabezado por el presidente legítimo Manuel Zelaya y aseguran que avanzarán en el llamado a una Asamblea Constituyente para reorganizar los diferentes poderes e instituciones del país que tras el golpe de Estado han quedado devastadas.
Con respecto al plazo de 72 horas otorgado por la OEA para que el presidente Zelaya retorne al país, expresaron que si bien consideran la medida como razonable, no es necesario que se cumpla el plazo de manera exacta ya que el Gobierno de facto debe abandonar el poder antes del sábado para que el presidente constitucional retorne a su puesto.
En tanto, los medios de comunicación están trasmitiendo noticias acerca de la retirada de la gente de la Capital y de la segunda ciudad más importante del país, San Pedro Sula, y se cree que puede ser una campaña orquestada con el fin de desconcentrar la multitud de las principales urbes de la nación para distribuir las protestas y disminuir su impacto.
Los niveles de represión continúan elevados, especialmente en la ciudad de San Pedro Sula donde el alcalde fue destituido por el mismo régimen golpista.
Muchas personas que son familiares de la oficialidad joven de las Fuerzas Armadas hondureñas trasmitieron a los movimientos populares el descontento de ese sector con respecto a la actitud tomada por los militares golpistas, aunque hasta ahora no se ha confirmado el rumor de una intentona de levantamiento contra los cabecillas del golpe.
Hasta el momento, el presidente de facto, Roberto Micheletti, no ha podido nombrar a todos los miembros de su gabinete, ya que que muchos de sus allegados rechazaron la oferta, lo que demuestra que dentro de la misma esfera política hondureña las acciones golpistas poseen poca aceptación.