Pese al cerco militar y policial que existe en los alrededores de Tegucigalpa, así como el cordón de seguridad que se ha instalado en los alrededores del principal aeropuerto hondureño, continúan en su marcha miles de personas.
Eduardo Silvera, enviado de VTV a Tegucigalpa, informó que los cuerpos de seguridad han apostado un fuerte cordón represivo dentro y fuera de las instalaciones del aeropuerto, vuelos nacionales e internacionales han sido suspendidos, se teme que no se le permita el ingreso al avión que transporte a Zelaya.
Sin embargo, aproximadamente a la 1 de la tarde (hora de Venezuela) Silvera informó que un grupo de los militares que custodiaban el aeropuerto lo habían abandonado y que la cantidad de funcionarios militares que lo custodiaban era considerablemente menor a la que había inicialmente.
La enviada de Telesur, Adriana Sívori, entrevistó Guillermo Paz, jefe de prensa del gobierno constitucional. Paz expresa que este es un momento nefasto en la historia de Honduras, pues el pueblo hondureño ha sufrido y la luchado mucho para alcanzar la democracia. «El pueblo es quien le va a permitir regresar a la presidencia y culminar su período», concluyó Guillermo Paz.
Algunos dirigentes sociales también expresaron su indignación por las declaraciones de la iglesia ante la llegada de Mel, se dijo «el lugar de la iglesia es al lado de los pobres».
Dos mil policías contra doscientos mil ciudadanos
Luis Galdámez, periodista de la emisora comunitaria Radio Globo Honduras, informó en conversación telefónica con YVKE Mundial que unos dos mil policías bloquean todas las entrada al aeropuerto de Tegucigalpa, y que los manifestantes, que él calculó en unos doscientos mil, están pidiendo por favor que les dejen acceder, mientras varias personas han sido ya detenidas en las inmediaciones del aeropuerto.
Galdámez confirmó la presencia de francotiradores en el aeropuerto y sus adyacencias.