Prensa YVKE

A las 6:55 pm (hora de Venezuela), el avión venezolano que transporta a Manuel Zelaya, presidente de Honduras, se aproxima al aeropuerto de Tegucigalpa, Honduras, que está custodiado por militares fuertemente armados. Estos militares, minutos antes, asesinaron al menos a dos personas que estaban en la gigantesca manifestación que esperaba a Zelaya. Un helicóptero militar está volando alrededor del aeropuerto, según informa Telesur.

El avión hace movimientos alrededor del aeropuerto, mientras los militares se movilizan en la pista de Toncontín. Dos jeeps militares fue colocado en medio de la pista para evitar el aterrizaje.

El capitan del avión informó a Telesur, vía telefónica, que la pista está altamente custodiada y que, después de dos sobrevuelos, era imposible aterrizar. «Solicitamos aterrizar, indicando que tenemos al Presidente de la Asamblea General de la ONU, lo cual nos fue negado en todo momento. Nos amenazaron con ser interceptados. Estamos procediendo a nuestro alternado, que no vamos a decir por motivos de seguridad». Explicó el capitán que «es totalmente imposible aterrizar debido a los vehículos colocados en la pista».

Zelaya:

El Presidente Manuel Zelaya indicó, vía telefónica a Telesur, que «no autorizan, están amenazando con enviar aviones de la Fuerza Aérea y colocaron obstáculos en la pista. El operador de aeronáutica de Toncontín indicó que vamos a ser interceptados por la Fuerza Aérea», explicó. Los pilotos «no se atreven a aterrizar porque podría provocarse un accidente del avión».

Indicó que se reunirán con el resto de los presidentes de la OEA para ver qué solución se toman en vista de que colocaron obstáculos en la pista, y que tendrá que buscar otras formas de entrar al país a partir de mañana lunes.

«A partir de mañana, la responsabilidad de esto recae sobre las potencias, especialmente sobre los Estados Unidos», indicó. «Debe tomar acciones inmediatas. He recibido llamadas hoy de diversas personalidades del mundo, y el los próximos minutos informaremos de las próximas acciones».

«Esto es una barbarie, lo denuncio ante la Comunidad Internacional. Alguien tiene que poner orden cuando un grupo armado asalte el gobierno de un país, como lo hicieron estos golpistas en Honduras». Aseveró que «las Naciones Unidas u otra organización tiene que tener suficiente capacidad cuando un pueblo es atropellado».

Lamentó que la gente no hubiera podido romper el círculo militar, porque de haberlo hecho, ellos hubieran quitado los obstáculos de la pista.