«Hay dos impactos, no se sabe si son de piedra o disparos, se va a investigar. Pero no es obra de profesionales. Un profesional no te deja vivo», afirmó el presidente hondureño. El mandatario circulaba en un Toyota Lexus gris, junto a tres motociclistas y un automóvil de su seguridad y atrás de su vehículo iba otro automóvil por la periferia sur de la capital, en Anillo Periférico.
De repente sintió los impactos en el vidrio delantero, aunque no lograron alcanzarlo.
En las primeras investigaciones, los expertos no hallaban indicios ni de piedras ni de disparos.
Zelaya, que ha dado un giro a la izquierda como miembro de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), encabezada por Cuba y Venezuela, mantiene una confrontación con los que él denomina «grupos fácticos o de poder» conservadores que son los que quitan y ponen presidentes, según ha explicado.
Convocar a Asamblea Constituyente
La confrontación, que data de varios meses, se agravó en marzo cuando Zelaya convocó a un referéndum -el próximo 28 de junio- para definir si en las elecciones generales del 29 de noviembre se votará además sobre la convocatoria a una Asamblea Constituyente. En las elecciones de noviembre se instalarán tres urnas de recepción de votos: para elegir presidente, para elegir 128 diputados nacionales y 20 centroamericanos y para 298 alcaldías.
Los sectores de oposición, incluyendo los empresarios, iglesias, medios de comunicación y del propio oficialista Partido Liberal (PL, tradicionalmente de derecha), emprendieron una ofensiva contra el mandatario, con el argumento de que con la convocatoria a una Constituyente, la llamada «cuarta urna», él busca quedarse más tiempo en el poder. Zelaya debe entregar el mando el 27 de enero de 2010. La fiscalía, el Tribunal Superior de Cuentas, la Corte Suprema de Justicia y el Colegio de Abogados han calificado de «ilegal» y «nula» la convocatoria al referéndum, según indican las agencias.