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“En la guardería había 142 niños, de los cuales 35 fallecieron, mientras que otros 41 están hospitalizados”, dijo el gobernador de Sonora, Eduardo Bours, en conferencia de prensa, quien señaló que seis adultos fueron internados.
La mayoría de los menores fallecieron por asfixia y tenían entre tres meses y dos años de edad.
A lado de la guardería se localiza una bodega rentada por la secretaría de Hacienda al mismo dueño del centro infantil, donde aparecieron quemados infinidad de papeles y tres autos calcinados, constató la AFP, aunque aún no se determinó el origen del siniestro.
En respuesta a los gritos de auxilio de las cuidadoras de la guardería que lograron salir del centro infantil, un hombre de 40 años fue el primero en llegar a la guardería y derribó a mazazos una pared del centro infantil.
“Fue un acto terrorífico, había mucho humo; no había llanto de niños, todos estaban inconscientes o muertos”, narró llorando al diario Reforma Roberto Bustamante, quien vive frente a la guardería.
“Los cuerpecitos de los niños los pasamos unos a otros para sacarlos; todos los niños iban quemados o inconscientes”, relató.
El centro infantil ABC, concesionado por el gobierno a un particular, no tenía salidas de emergencia ni mata fuegos y su estructura era tan endeble que el fuego provocó que una parte del techo cayera sobre el área de cunas.