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El sacerdote católico Grassi aún no será detenido hasta que la sentencia sea firme. (Foto: Telam)

El sacerdote católico argentino Julio César Grassi, fue condenado este miércoles a 15 años de prisión, al ser encontrado culpable del delito de abuso sexual y corrupción de un menor que estaba bajo su cuidado y educación, aunque no quedará detenido hasta que la sentencia del tribunal sea firme.

El Tribunal Oral número 1 de Morón, determinó que el religioso no cumplirá en forma efectiva la pena hasta que la sentencia quede firme en un tribunal de apelaciones, aunque cuenta con una prohibición de abandonar el país.

Grassi tampoco podrá tener ningún tipo de contacto con tres menores que lo acusaron ante la Justicia y que estaban bajo su tutela en la privada «Fundación Felices Los Niños», que ayuda a unos 6 mil menores desamparados.

«El Tribunal resolvió por unanimidad la condena a Julio César Grassi a la pena de 15 años de prisión por resultar autor de delitos de abuso sexual y corrupción de menores, agravados por ser responsable de la educación y guarda de la víctima», según el texto leído en la sesión, con el religioso presente.

Juan Pablo Gallego, abogado querellante que representa al Comité Argentino de Seguimiento de la Convención Internacional de Derechos del Niño (Casacidn), declaró que Grassi debería «haber sido detenido», mientras la parte defensora reveló que la decisión del Tribunal será apelada, «porque el fallo no dejó conforme a nadie».

Cabe destacar que, al conocerse la sentencia, estallaron incidentes y agresiones entre grupos que se manifestaban frente a las puertas del Tribunal, en la ciudad de Morón, en la periferia oeste de Buenos Aires, unos a favor y otros en contra de Grassi.

Activistas portaban banderas y pancartas con las leyendas ‘Cárcel a Grassi violador’, en apoyo a los abogados defensores que habían pedido 37 años de prisión.

El juicio contra Grassi comenzó en agosto de 2008 a raíz de un escándalo que salió a la luz en 2002 cuando un joven de 19 años contó en un programa de televisión que había sido sometido sexualmente por Grassi cuando tenía 15 años y vivía en la Fundación.

Cabe recordar que en Argentina, donde la religión católica es mayoritaria, tres sacerdotes fueron condenados desde 2002 por abuso sexual de menores, con penas de ocho a 24 años de prisión, mientras que dos obispos renunciaron al verse envueltos en escándalos sexuales.