Como un militante de la rebeldía popular. Me siento con la autoridad del dolor y el sufrimiento que he vivido en ella, para decir mi parecer; sin pretender ser dueño de la verdad. Pero también, sin querer ser un ignorante de esa realidad ¡que las vanguardias tienen una función de suma importancia en la conducción de los procesos revolucionarios! pero a la vez necesitan de la contraloría y el freno audaz de esos otros miembros de la comunidad, que aunque poseyendo las capacidades, no se trasnochan tratando de conquistar un liderazgo destacado dentro de las masas, para sobresalir. El espacio sobrante entre estas capacidades, es el que aprovecha el enemigo de cualquier causa para colarse y desde adentro hacer el daño necesario para impedir el avance de las revoluciones. Este asunto nos trae al titulo del tema ¿con quien o quienes se hace la revolución?
Creo firmemente que la revolución no se hace con lideres de pacotilla y reciclados. Tampoco se hace con sectaristas que se organizan en grupos de poder para imponer una directriz en base a sus intereses particulares o grupales. Ejemplos tenemos miles y miles, no voy a perder tiempo nombrándolos, pero son factor de retraso y hasta de perdidas de oportunidades preciosas por conquistar espacios y, servir de ejemplos a las masas populares, se dedican mas a negociar, propulsar y chantajear para colocar a uno de los suyos en sitios claves en organismos políticos y económicos estatales, que en impulsar el avance de la conciencia de la población en base a ejemplos dignos y prácticos. Es por eso que los movimientos obreros, andan en estos tiempos fragmentados, que los movimientos campesinos, resuelven asuntos puntuales y en zonas donde la fracción predominante es poder, donde las tendencias políticas de mayor fuerza concentrada, dan más apoyo a unos gobernantes que a otros, aun siendo todos militantes del mismo proyecto político. Es por eso que a pesar de la penetración del mensaje del presidente por los medios y canales diferentes a los que deberían ser los liderazgos de las regiones, la población pone su fe en el presidente y no en esos lideres de conciliábulos, liderazgo ganado más por la habilidad de negociar y chantajear, que por la relación con las masas populares y la voluntad de resolver los problemas. Es tan vergonzosa y triste esa realidad, que en caseríos pequeños hay hasta 4 consejos comunales, a los que cada uno responde a los intereses políticos y grupales de los que lo crearon. Se dan situaciones tan estúpidas y absurdas, que en organismos nacionales, los cargos son de pasantía como, por ejemplo C.V.A azúcar, las oficinas regionales de INTI, las direcciones del INCE, los directores de FUNDAFA (ahora con otro nombre), y así toda la cadena de directores y responsables de las políticas nacionales Agrarias, económicas y políticas en los Estados . Existen zonas, que aunque sentaron precedente desde el punto de vista de la lucha, está sobreviviendo a mengua o en forma precaria como los cañizos – palo quemao, en Yaracuy. En este parcelamiento se ha invertido dinero publico, pero se ha hecho de una manera irresponsable y alegre, sin programación y si metas especificas, solo sueltan el dinero, que al final termina en manos de quienes menos lo necesitan. Incluso llegaron promotores como Carlos lanz, que lo que hicieron fue sembrar cuatro hectáreas de tierra, en una superficie de más de cuatro mil y con eso hizo una alharaca publicitaria, decretando la solución del problema agroalimentario en el Estado.
Son cosa como estas ejemplarizadas, las que nos hace preguntar ¿con quienes se hará la revolución?. Creo firmemente en el pueblo, pero debemos estar contestes, en que la claridad de conciencia y de ideología, aunado a las intenciones claras y honestas de los individuos, será el factor determinante en la verdadera conquista del poder popular, que quienes demuestren la capacidad de comprensión de la realidad y la oportunidad, deben servir de educadores y de propulsores de la calificación de la conciencia del pueblo con el ejemplo por delante. No convertirse en explotadores de esas capacidades para servicio y beneficio de grupos, dejando al pueblo a la deriva. Por ultimo, deben ser ejemplo de sacrificio y desprendimiento. ¿Cuántos de los lideres en gobernaciones, alcaldías u otros organismos pueden decir que cumplen esa máxima?
No estoy atacando al proyecto socialista revolucionario, estoy pidiendo ejemplo de los lideres que hablan de socialismo y anti capitalismo, pero llevan un tren de vida lujoso, alejado del común del pueblo, al que solo tratan desde lejos y con citas, después que le prometieron villas y castillos.