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Fotografías suministradas por la Fuerza Aérea brasileña con los restos del avión. (Foto: Efe)

La compañía Airbus reportó una serie de problemas de lectura de velocidad en sus aviones A330 antes del accidente de la pasada semana, en el que un vuelo de la aerolínea Air France, desapareció mientras cubría la ruta Río de Janeiro – París, con 228 personas a bordo.

El sábado, investigadores franceses habían aconsejado a sus clientes que reemplazaran los sensores si era necesario, ya que la compañía ha enfrentado problemas con los sensores de velocidad de su avión A330 que datan al menos del 2001.

Un mensaje de error automatizado de la cabina apuntando a que el piloto volaba a una velocidad incorrecta, reposa entre las pistas  disponibles para los expertos que investigan el accidente, mientras se siguen recogiendo los restos que flotan en el océano.

Por ello, la empresa Airbus también emitió una segunda asesoría durante las últimas horas del jueves, para que los pilotos siguieran procedimientos estándar, como mantener la velocidad y el ángulo, si pensaban que sus indicadores de velocidad estaban defectuosos.

No obstante, la agencia de accidentes aéreos de Francia (BEA) explicó que aún es muy pronto para determinar si los problemas con los sensores de velocidad son en parte responsables del desastre ocurrido el pasado lunes.

«Algunos de los sensores (del A330) estaban destinados a ser reemplazados (…) pero eso no significa que sin estas partes de reemplazo el avión (de Air France) habría sido defectuoso», comentó el jefe de BEA, Paul Louis Arslanian.

«Se detectaron problemas (en los A330) y los estamos estudiando», dijo Arslanian, agregando que el avión es seguro para volar. Por su parte Airbus dijo que no tenía comentarios inmediatos.

Airbus confirmó el sábado que había recomendado antes del accidente que las aerolíneas cambien los sensores de velocidad llamados sonda pitot. No obstante, aseguraron que era una medida opcional basada solamente en el desempeño más que en preocupaciones de seguridad, en cuyo caso sí serían obligatorias.

Sin embargo, hay operadores que advirtieron en el pasado sobre condiciones inseguras resultantes de un potencial daño por hielo a las sensibles sondas fijadas al fuselaje, de acuerdo con presentaciones difundidas vía internet.

En el 2001, Francia reportó varios casos de oscilación súbita de los datos de velocidad en el aire del A330 o A340 durante severas condiciones de helada, según la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.

«Indicaciones perdidas o erróneas de la velocidad en el aire podrían producir falta de información suficiente como para que la tripulación del avión opere el avión con seguridad, y consecuentes excursiones inadvertidas fuera del formato de vuelo normal», escribió la agencia en un resumen del 2001.

Pilotos de Air France amenazan con «no volar»

Por otro lado, el sindicato de pilotos de Air France confirmó que ha pedido a sus asociados que no despeguen mientras que la compañía no haya cambiado los sensores de velocidad de los Airbus A330 y A340, considerados una de las posibles causas del accidente que se produjo el pasado lunes.

«La compañía ha dicho que va cambiar los sensores en las próximas semanas. Nosotros queremos proteger a nuestras tripulaciones y a nuestros pasajeros, por lo que no podemos esperar ese plazo», dijo el delegado sindical Christiphe Presentier a medios franceses.

Por ello, el sindicato aseguró que ha pedido a sus miembros «que no salgan en vuelo si el aparato no tiene al menos dos de los tres sensores modificados».

Presentier afirmó que se trata de «una medida de precaución» mientras se investiga la posibilidad de que un fallo en esos sensores provocara el accidente del Airbus A330 que volaba desde Río de Janeiro a París.

Presentier indicó que el año pasado se registraron otros problemas en Air France y otras compañías relacionados con los sensores de velocidad.

Este lunes se pudo conocer que fueron 16 – y no 17 como se había anunciado anteriormente – los cuerpos encontrados en el Atlántico, donde las Fuerzas Aéreas francesa y brasileña trabajan arduamente por aire y mar para encontrar los restos del avión desaparecido y a las víctimas del vuelo de Air France.