La iniciativa de la Casa Blanca pretende imponer un estricto estándar de eficiencia de 35,5 millas por galón de combustible (6,6 litros cada cien kilómetros) para los vehículos nuevos que salgan a las carreteras estadounidenses para el 2016, según un despacho de Ansa.
Además, y por primera vez, la agencia federal para la protección del medio ambiente (EPA, por su sigla en inglés), pasará a controlar los niveles de emisión de los caños de escape de los autos estadounidenses.
Obama hizo el anuncio desde el Rose Garden de la Casa Blanca, acompañado por funcionarios del sector, ejecutivos de las automotrices, legisladores y algunos destacados gobernadores, entre ellos el de California, Arnold Schwarzenegger.
«Sí, cuesta dinero desarrollar estos vehículos» más eficientes, reconoció Obama. «Pero incluso si el precio de estos automóviles y camiones sube, el costo de manejar estos vehículos bajará, y los conductores ahorrarán dinero en las estaciones de servicio», matizó.
Obama incluso se animó a sacar cuentas en nombre de los estadounidenses. «Si usted compra un automóvil -le dijo Obama a un compatriota imaginario-, su inversión en un vehículo más eficiente como resultado de estos nuevos estándares dará resultado económico en tres años».
«En tres años usted pagará la inversión adicional necesaria» para contar con un automóvil eficiente, aseguró el presidente, según el cual los estadounidenses que adquieran estos vehículos ahorrarán unos 2.800 dólares en combustible durante la vida útil de la máquina.
«Como resultado (de este plan) vamos a ahorrar 1.800 millones de barriles de petróleo durante la vida útil de los vehículos que se vendan en los próximos cinco años», dijo Obama.
«Solamente para darles un sentido de la magnitud» de ese ahorro, continuó, «eso es más petróleo del que importamos el año pasado desde Arabia Saudita, Venezuela, Libia y Nigeria combinados».