Alberto Ponce De León
El proceso
A unos metros al sur del puente internacional Paso del Norte, al menos hasta el 6 de mayo, los centros nocturnos y restaurantes de la avenida Juárez permanecían cerrados como medida de salubridad por órdenes del gobierno mexicano.

Muchos de los que se dirigían hacia esta ciudad, principalmente los que iban a pie, llevaban en el rostro un cubre bocas. Los empleados del puente, los guardias, policías y militares también se protegían la boca y la nariz con una mascarilla sanitaria.

Al mismo tiempo, a unos metros al norte de este puente, todo parecía lucir igual que siempre. Ninguna dependencia de gobierno dejó de operar; nadie ordenó que se suspendieran las clases en las escuelas ni recomendó el uso de cubre bocas.

Esta condición es el resultado de los contrastes oficiales en torno al tema entre Estados Unidos y México, a pesar de que el país del norte ya superó en número de casos confirmados al vecino del sur.

Entre ambos países se reparten casi el total de los contagiados con el virus a nivel mundial. Hasta el 8 de mayo del 2009, sumaban más de mil 300 los casos en México y al menos mil 639 en Estados Unidos.

No obstante, las autoridades de salud estadunidenses han dicho que el paro de labores y cierre de escuelas no ayuda «de ninguna manera» a que el virus de la influenza A (H1N1) se contenga.

Del lado mexicano, mientras tanto, la Jurisdicción Sanitaria en Ciudad Juárez asegura que las medidas tomadas en todo México fueron las correctas; razón por la cual, se previno el contagio en varios estados del país.

El manejo público del tema ha sido contrastante, a pesar de que en este condado de Texas es mayor el número de personas contagiadas con el virus de la influenza A.

Hasta el viernes 8 de mayo, se habían confirmado siete contagiados en El Paso, mientras que en Ciudad Juárez iban dos, según los informes oficiales de ambos lados.

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«La probabilidad de que se recupere una persona contagiada es de 100%, afirmó el doctor Héctor Ocaranza, Autoridad de Salud del Departamento de Salud Pública de El Paso.

Los siete contagiados con el virus en El Paso, dijo Ocaranza, ya se recuperaron. El mismo organismo fue el que combatió la enfermedad.

«Fuimos aprendiendo conforme a la investigación. Vimos que el virus atacaba muy parecido a la influenza estacional y que el cierre de escuelas o en ocasiones de labores, no ayudaba de ninguna manera a que la epidemiología cambiara mucho», afirmó.

«Está actuando como cualquier otra influenza del tiempo de la influenza», explicó.

La única recomendación sanitaria, dijo, es mantener higiene personal básica y en caso de sentir malestares, permanecer en casa para evitar que el virus se propague. «Aquí no se recomienda usar el tapabocas porque no nos van ayudar a prevenir la enfermedad», afirmó el especialista.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el número de casos en todo el mundo, hasta el 8 de mayo, era de 2,500 y sumaban 46 las muertes causadas por el virus. Excepto dos de los casos, todos los muertos se han registrado en México.

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ha dicho que los dos decesos reportados en territorio estadunidense presentaban cuadros clínicos riesgosos, condición que complicó la recuperación de los contagiados con el virus de la influenza A/H1N1.

La Autoridad de Salud en El Paso, Héctor Ocarzanza, afirmó que la única persona estadunidense muerta en este país por el contagio es una mujer que falleció en Cameron, Texas, pero acaró que se debió a que ella presentaba otras complicaciones de salud y que, además, acababa de dar a luz. El otro fallecido en Estados Unidos era un niño mexicano de casi dos años que viajó enfermo de Matamoros, Tamaulipas, a Texas.

Explicó que los decesos ocurridos en territorio mexicano posiblemente presentaban historial clínico de «alto riesgo» que les impidió recuperarse de la enfermedad.

«El niño que vino de México ya venía muy enfermo, con otros padecimientos», agregó el médico.

De acuerdo con un comunicado de salud, emitido por el epidemiólogo del condado de Cameron, Texas, Leonel López, la mujer fallecida en esa región, identificada como Judy Trunnell, de 33 años, sufría de problemas respiratorios de manera crónica, y sus deficiencias de salud se agudizaron con el virus.

Sonia García, de 29 años, residente de El Paso, se protegió con una mascarilla cuando cruzó a pie por el puente internacional Paso del Norte a Ciudad Juárez, debido a que en México había brotado la «gripe porcina».

Al regresar a territorio estadunidense, se retiró el cubre bocas.

–¿Por qué se quitan el cubrebocas al llegar a El Paso? —se le preguntó luego de que cruzara las garitas del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

–Nos lo pusimos por seguridad. Nos dijeron que nos protegiéramos en lugares cerrados en Juárez. Y como estamos en un lugar abierto, pues ya nos las quitamos (las mascarillas).

Su acompañante, Elizabeth Delgado, también de 29 años, dijo sentirse más segura con el cubrebocas en el rostro al momento de pisar territorio mexicano.

–¿Tú sabes cuánta gente cruza todos los días por los puentes?

–Sí, sabemos que cruzan millones de personas por los puentes, pero hay más peligro en Juárez (que en El Paso) porque llega más gente de México que puede estar contagiada.

En otro de los puentes internacionales, el Córdova de las Américas, autoridades sanitarias del lado mexicano, incluso instalaron un autobús especial con personal médico para realizar «pruebas rápidas» a personas que se dirigen a El Paso y que presenten síntomas de la enfermedad.

El doctor Héctor Puertas Rincones, director de la Jurisdicción Sanitaria número 2 de Ciudad Juárez, dijo que las medidas tomadas en territorio mexicano fueron las adecuadas; razón por la cual pudo controlarse la epidemia.

«Así debió haber sido, precisamente para controlar la enfermedad y tomar las medidas precautorias desde antes que llegara el virus a los estados», afirmó.

Gracias a este tipo de mecanismo, aseguró el médico, son apenas dos los casos de contagio del lado mexicano de esta frontera, mientras que del lado estadunidense ya suman siete los confirmados.

Sobre los fallecidos que se han presentado en territorio mexicano por causa de la influenza A, explicó que posiblemente se debió a la falta de información que había en un principio sobre la enfermedad.

«Se empezaron a presentar los casos, pero como la gente no sabía del virus, no acudía al médico. Cuando se empezaron a presentar los muertos, fue cuando se comenzó a tomar la primera medida preventiva a nivel nacional», explicó.

La gente contagiada de esta influenza tipo A/H1N1, tiene ahora más información al respecto, razón por la cual no debe presentarse una muerte más en México, mencionó Puertas.