Página12

 

El presidente venezolano dijo anteayer en una charla con Lula da Silva que no habría estatizaciones de empresas brasileñas. El comentario mereció un duro comunicado de CFK. Chávez dijo que era una broma y que fue manipulado. El Gobierno se dio por conforme.


 

 

El Gobierno cerró el capítulo del conflicto abierto con Venezuela luego de que el presidente de ese país dijera anteayer en Brasil que su política de estatizaciones no alcanzará a compañías brasileñas. Ayer, en respuesta a un duro comunicado de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidiéndole explicaciones por lo que dijo en Brasil, Hugo Chávez contestó públicamente que se trató de “un comentario en tono de broma” que fue sacado de contexto, y subrayó su “respeto y confianza por el pueblo argentino, por su gobierno y por los empresarios argentinos”, ante lo cual el gobierno argentino se dio por “conforme” con la respuesta.

Anoche, Página/12 le preguntó al ministro del Interior, Florencio Randazzo, si era satisfactoria la aclaración que había hecho Chávez una horas antes. La respuesta fue: “Sí, el Gobierno está conforme”.

La nacionalización de seis empresas por parte del gobierno de Venezuela –tres de ellas pertenecientes a Techint– había generado malhumor en el gobierno argentino, porque Chávez, aunque es una decisión soberana que no tiene por qué consultar con otro país, no había tenido la delicadeza de anticipar su movida a la Presidenta argentina para que pudiera tomar las previsiones políticas ante las consecuencias que el caso seguramente iba a desatar en plena campaña electoral.

 

De hecho, las principales cámaras empresariales argentinas pusieron el grito en el cielo por la actitud de Chávez y aprovecharon para alentar sospechas de que el gobierno argentino podría hacer lo mismo, posibilidad desmentida rápidamente por más de un ministro del gabinete de CFK.

Pero el martes, en una visita oficial a Brasil, Chávez le dijo al presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula Da Silva: “Estamos en una etapa de nacionalizaciones, menos de las empresas brasileñas”. La conversación llegó a oídos de los periodistas que cubrían la reunión en Bahía, porque por error les entregaron auriculares para escuchar la traducción simultánea que eran para uso exclusivo de los presidentes. Cuando la gente de prensa de Lula se dio cuenta y les quitaron los aparatos a los periodistas, ya era tarde. Chávez había dicho la frase que provocó el enojo público de Cristina, quien ese mismo día llamó a su colega venezolano para pedirle explicaciones.

Ayer a la mañana, a través de la agencia Télam, la Presidenta emitió un muy duro comunicado respecto a lo que dijo Chávez sobre exceptuar a las empresas brasileñas de las nacionalizaciones, a diferencia de lo que hizo con empresas argentinas: “Una afirmación de ese tenor –de haber existido– implicaría un grado de discriminación y discrecionalidad que excede la esfera de soberanía propia de cada Estado independiente e implicaría una actitud inaceptable por parte de estados democráticos de derecho, además de ser absolutamente contradictorio con los acuerdos estratégicos que nuestro país ha celebrado con la República Bolivariana de Venezuela”.

Fuentes del Gobierno afirmaron que Chávez, teléfono de por medio, negó antenoche a la Presidenta haber dicho eso y le dijo que luego de observar los diarios del día siguiente (por ayer), eventualmente daría una respuesta pública.

Como los medios, efectivamente, destacaron su frase de que las nacionalizaciones no alcanzarían a las empresas brasileñas. Chávez emitió ayer a la tarde un extenso comunicado titulado “La Argentina siempre contará con el gobierno y con el pueblo de Venezuela”, en el que aclara que fue “un comentario en tono de broma”, que algunos medios de comunicación de la Argentina manipularon deliberadamente, queriendo hacer creer que lo dijo seriamente.

Para reafirmar el tono de broma de la frase, el comunicado resalta un párrafo de la agencia de noticias francesa AFP que dice textualmente: “En un ambiente distendido, Chávez llegó a bromear con Lula, al narrar que Venezuela pasaba por una fase de ‘nacionalizaciones, menos de las empresas brasileñas’, provocando una carcajada general en la reunión”.

“El gobierno venezolano rechaza el intento de manipulación que algunos medios de comunicación han hecho de este cable noticioso, y ratifica todo su respeto y su confianza por el pueblo argentino, por su gobierno y por los empresarios argentinos, con quienes nos une una relación estrecha y de trabajo productivo”, dice otro de los párrafos. El comunicado señala a modo de introducción que, “en días recientes, algunos medios de comunicación argentinos han desatado una feroz campaña de difamación contra la República Bolivariana de Venezuela, con la intención de hacer creer al pueblo argentino que las empresas y, en general, los intereses argentinos, estarían amenazados en nuestro país.”

Desde el Gobierno, más allá de darse por conforme con la aclaración, señalaron que trabajará para una rápida y justa compensación a Techint, como ya lo hizo cuando fue estatizada Sidor.