Ante crisis como ésta, ocurridas en el pasado, el mundo no actuó con la rapidez necesaria, dijo.
Hoy hemos aprendido las lecciones de la historia. Algunos en la prensa pusieron en duda nuestra capacidad para ponernos de acuerdo, confundieron el debate honesto con diferencias irreconciliables, pero hemos demostrado que es posible llegar a consensos.
Hemos acordado medidas dirigidas a solventar la situación y para asegurarnos de que no lleguemos a este punto en el futuro. Tenemos un compromiso para favorecer la creación de empleos. EE.UU. limpiará sus instituciones financieras de los activos tóxicos para volver a activar el crédito a pequeñas y medianas empresas (Pymes). El G-20 acometerá programas similares.
Llevaremos adelante una iniciativa para apoyar las economías de países en vías de desarrollo con la facilitación de créditos. Al mismo tiempo, rechazamos el proteccionismo que podría contribuir a profundizar los problemas.
Extenderemos y aumentaremos la supervisión de las instituciones y sectores importantes. Reformaremos y expandiremos el FMI y demás organismos financieros internacionales con el objetivo de fortalecerlos.
Unos 448 mil millones de dólares serán destinados a apoyar las economías de los países en desarrollo. Asistiremos también a la onU y al Banco Mundial para evitar catástrofes humanitarias.
A las preguntas directas de la prensa acreditada, el presidente norteamericano respondió muchas de ellas.
Entre otras cosas afirmó:
Creo que nos fue bastante bien. Vine aquí con la intención de escuchar, aprender y brindar liderazgo. Estoy contento con los acuerdos tomados y de haber contribuido a esto.
Tenemos una economía globalizada, y las iniciativas que tomemos deben ser globales para que sean eficientes. En EE.UU. hemos tenido una reducción drástica de las exportaciones, y el contagio de otras economías afecta a otras empresas norteamericanas que se presentaban más sólidas.
Entre otras cosas dijo:
Este es un documento colectivo, pero sin dudas cada país tiene sus ideas y problemas en particular, que puede no sea negociable para ellos; nosotros tratamos de ajustar esos elementos de manera que no obstaculizáramos la efectividad del documento de forma general.
Esto aún no resuelve el problema de los activos tóxicos, y la forma en que cada país actúe para lidiar con esto va a ser de suma importancia, así como los planes de recuperación de cada uno. Lo que sí está claro es que mientras más rápido se actúe, más rápido nos beneficiaremos todos.
Pienso que siempre ha habido un espectro de opiniones sobre lo injusto que puede ser el mercado libre y a lo largo de esta fama, algunos sospechan de la globalización y otros piensan que el mercado siempre es el rey, pero creo que si alguien ha estudiado la historia sabe que el mercado es el mecanismo más efectivo para generar riquezas. Pero algunas veces se descarrila y si no está regulado, si no hay marcos por donde canalizar las energías del mercado, esto nos puede llevar a algo que no queremos.
En lo que respecta a la política local, soy presidente de Estados Unidos, no soy presidente de China o de Japón, ni de Europa. Entonces tengo que tener respuestas directas con mi electorado para mejorar sus vidas. Mi presencia aquí ayuda a que los estadounidenses puedan tener una vivienda, un empleo y sus hijos puedan ir al colegio; en fin, puedan tener el sueño americano.
Según las encuestas internacionales, las personas parecen tener más esperanza sobre el liderazgo de Estados Unidos.
No estaría aquí si no pensara que tenemos cosas importantes que enseñar como nación.
Hemos hablado sobre Bretton Woods. No estamos en la época en que podemos pensar en un Roosevelt o Churchill. Ese no es el mundo en el cual vivimos ahora. Europa fue reconstruida, China y la India son potencias. Algunos otros países están movilizándose y esto es bueno.
Hubo algunos comentarios ocasionales sobre el papel de Estados Unidos en esta crisis. Se hablaba de que Estados Unidos pudiera haber comenzado la crisis en Wall Street y escuchamos que parte de esto comenzó en Wall Street.
Algunas compañías tomaron riesgos severos sin justificación y esto ha tenido un impacto enorme en nuestra economía y se ha discutido en la economía mundial.
Puede apreciarse que las respuestas de Obama a los periodistas estaban dirigidas fundamentalmente a sus electores. Expresan lo que piensa el presidente de Estados Unidos. Sin duda es mucho mejor que Bush y McCain, pero su pensamiento no se ajusta a los problemas reales del mundo actual. El imperio es mucho más poderoso que él y sus buenas intenciones.
La Cumbre del G-20 en su comunicado final anunció que:
Triplicarán los recursos para el Fondo Monetario Internacional hasta 750 000 millones de dólares; se destinarán 500 000 millones para préstamos a países más afectados por la crisis y 250 000 millones para una nueva asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG)
Destinarán 100 000 millones adicionales para reforzar los bancos multilaterales de desarrollo.
Facilitarán 250 000 millones para reactivar el comercio mundial.
Debo señalar que estos fondos serán aportados por la Unión Europea, Japón, China y otros países; así como mediante la venta de parte de las reservas en oro del FMI.
El Primer Ministro británico manifestó que «un nuevo orden internacional está emergiendo»; agregó que «el consenso de Washington está superado» y que «las decisiones de hoy no resolverán inmediatamente la crisis».
El Presidente francés se declaró «realmente feliz» por los resultados de la Cumbre, al considerar que las medidas adoptadas suponen «la reforma más profunda del sistema financiero desde 1945». No tuvo que abandonar la sala.
El Departamento de Trabajo de EE.UU. informó que en marzo el número de personas que continuaron recibiendo subsidio por desempleo aumentó hasta un nuevo máximo histórico de 5,73 millones.
Obama habló de Bretton Woods. Entonces Estados Unidos al finalizar la última guerra mundial poseía el 80% del oro del mundo y su pujante economía estaba intacta. Bretton Woods le concedió el privilegio de emitir las divisas convertibles cuando el resto de los países estaban arruinados.
Disponían de dólares y oro. Se mantuvo estable el precio de este durante más de 25 años, hasta que el gobierno de Estados Unidos, arruinado por la guerra imperialista en Vietnam, suspendió unilateralmente la conversión del dólar y ha manipulado a su antojo la economía de los demás países del planeta.
La crisis está indisolublemente unida al sistema capitalista, de producción y distribución. Su principal exponente, Estados Unidos, ha sufrido dos grandes crisis a lo largo de su historia que golpearon su economía durante períodos de más de 20 años. Esta es la tercera y solo se recuperará de ella muy lentamente. Esto lo conoce Europa por amarga experiencia propia.
Las transnacionales norteamericanas adquirían propiedades en cualquier parte del mundo en virtud de Bretton Woods. Pagaban con oro y con papeles; hoy las compran con papel moneda o moneda chatarra como suelen llamarla los chinos. Su país posee además el raro privilegio del poder de veto en el Fondo Monetario Internacional. No se ha dicho en Londres una palabra que comprometa a Estados Unidos con la renuncia a tal privilegio. La próxima crisis se producirá mucho más pronto y será mucho más grave de lo que se imaginan Obama y varios de sus principales aliados del G-7. Las crisis no se resuelven con medidas administrativas ni técnicas, porque son sistémicas y afectan cada vez la economía y globalización del planeta.
No todos se han dejado llevar por la euforia de Londres.
Un cable de la AFP, informa que la Alta Comisionada de la onU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, criticó este jueves a la Cumbre del G-20, lamentando que los manifestantes y los países más pobres hayan sido excluidos.
«Como Alta Comisionada para los Derechos Humanos, diría que la política financiera no debería limitarse a los bancos, sino dedicarse a los seres humanos cuyas preocupaciones deberían estar al centro de los debates. La Cumbre del G-20 debería centrarse inmediatamente en las preocupaciones de los trabajadores y los campesinos pobres.»
Numerosas manifestaciones se produjeron a la vez en Londres contra la Cumbre.
Otro cable comunica que el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping, declaró con relación a la Cumbre: «No estamos pidiendo a los países que metan la mano en sus bolsillos para darnos dinero, porque ellos han prometido, prometido y prometido y no han hecho nada. Es una medida que ya se había tomado el año pasado».
Mientras en Londres se adoptaban las medidas supuestamente salvadoras, el fantasma del cambio climático se apareció el mismo día en que se aprobaba el acuerdo final del G-20, como una tragedia más grave que la crisis económica.
Un cable de la agencia AFP informaba que: «Alrededor del 80% del casquete glacial ártico podría desaparecer en una fecha tan próxima como el año 2040, en lugar de perdurar hasta el 2100 como se había estimado antes, de acuerdo a un nuevo estudio científico».
«La superficie del Mar Ártico cubierta por el hielo al fin del verano podría no pasar en esa época de un millón de kilómetros cuadrados, contra 4,6 millones de Km2hoy». Dicho informe fue elaborado con los datos ofrecidos por los científicos de un estudio conjunto de la Universidad del Estado de Washington y la Administración norteamericana de la Atmósfera y los Océanos. Según el estudio, el casquete glacial en el Ártico, sufrió una reducción espectacular al final de los veranos de 2007 a 2008, cuando la superficie del hielo había alcanzado respectivamente 4,3 y 4,7 millones de Km2.
Los modelos aplicados permiten prever un Ártico prácticamente sin hielo dentro de 32 años. Según los científicos, los modelos anteriores preveían ese desenlace para el final del siglo XXI. Una enorme masa de agua en el grueso casquete polar de gran altura está acumulada allí.
Granma se hizo eco de esas noticias en su edición de hoy.
De ambos problemas: la crisis financiera internacional y el cambio climático, escribí el 1º de abril. No existe el propósito de sembrar desaliento sino de crear conciencia. Nada es peor que la ignorancia. Por maravillosos que sean los clásicos deportivos, no debemos resignarnos e ignorar los temas de obligada atención como la economía, el clima y la ciencia. Soy fanático del deporte como los demás, pero no solo de pan vive el hombre.
Fidel Castro Ruz
Abril 3 de 2009
3 y 49 p.m.