Prensa Web YVKE (PR)
La presidenta argentina, Cristina Fernández, abrió la sesión inaugural de la V Cumbre de las Américas con un discurso en el que demandó el levantamiento del bloqueo a Cuba y al mismo tiempo, la dotación de «fondos a organismos multilaterales de crédito como el Banco Interamericano de Desarrollo» (BID), cuyo principal donante y orientador de sus políticas es Estados Unidos.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, abrió la sesión inaugural de la V Cumbre de las Américas, que reúne a todos los mandatarios del continente a excepción de Cuba, con un discurso muy medido, en el que combinó los llamados a la memoria histórica y la necesidad de dar cuenta de las transformaciones mundiales con palabras de «exculpación» al presidente de Estados Unidos, al que aclaró que su deseo no es confrontar ni desatar artillería verbal.
Cristina Fernández se refirió en su discurso a la poca utilidad que para Argentina tuvo el Tratado de Asistencia Recíproca signado por los países miembros de la OEA, cuando en 1982 el país fue agredido por Reino Unido, en referencia a la Guerra de Malvinas, en la que los países del continente no prestaron ningún tipo de apoyo a Argentina.
Fernández aclaró que eso no fue culpa del actual presidente de Estados Unidos, como tampoco lo fue el consenso de Washington, pero que su intención es ayudar a comprender «lo que nos pasó» y aportar en la construcción de un mundo distinto.
Entre las propuestas concretas mencionadas por la presidenta argentina estuvieron la dotación de fondos a nuestros organismos multilaterales de crédito, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una institución de la que el principal aportante es Estados Unidos, país que tiene un peso decisivo en la orientación de sus políticas crediticias y el tipo de proyectos que se financian.
La otra medida que Fernández no quiso dejar fuera de su discurso fue el levantamiento del bloqueo a Cuba, en sintonía con la posición expresada de antemano por la abrumadora mayoría de los países que concurren a la Cumbre de las Américas. La presidenta argentina calificó el bloqueo de «anacronismo», que respondía a la lógica de la guerra fría y del mundo bipolar.
«Reconocemos, presidente Obama, lo que usted ha hecho al establecer la anulación de las absurdas restricciones impuestas por la Administración Bush en el año 2004, pero creemos, a partir de escuchar inclusive a la hermana República de Cuba manifestar su apertura total para hablar con Estados Unidos acerca de todas las cuestiones, como derechos humanos, presos políticos, etc, creemos sinceramente que estamos en las Américas ante una segunda oportunidad de construir una nueva relación. No la dejemos escapar», conminó.
Fernández insistió mucho en su llamado a sus homólogos a buscar puntos de encuentro, «sin estridencias, sin artillería verbal, que lo único que consiguen muchas veces es radicalizar posiciones y no lograr soluciones».
Concluyó afirmando su «esperanza de que éste sea el punto de partida para construir ese nuevo orden regional. Tengo la esperanza de que sea la segunda oportunidad que recuperen las décadas perdidas en construir una nueva relación entre las Américas. Va a depender de todos nosotros. De nuestra inteligencia, de nuestro valor, de nuestro coraje y de nuestra memoria, para no volver a cometer los mismos errores. Que así Dios lo quiera».