Clarín
Centenares de miles de trabajadores se manifestaron este sábado en Roma, convocados por el mayor sindicato italiano, el CGIL, en contra de las medidas anticrisis del Gobierno del primer ministro, Silvio Berlusconi.
La masiva protesta, que convocó a los manifestantes con el lema «Futuro sí, hacia atrás no», fue una expresión de la preocupación de los trabajadores italianos por las consecuencias de la crisis económica.

Fuentes de la Confederación General italiana del Trabajo (CGIL) indicaron que la protesta convocó a unos 2.700.000 personas en el circo máximo, una plaza del centro de la ciudad, pero la policía cifró la asistencia en 200.000.

La manifestación, en la que abundaron banderas rojas y actuaciones musicales, contó con la participación de varios líderes de la izquierda, como el secretario general del Partido Democrático (PD), Dario Franceschini, y su predecesor en el cargo, Walter Veltroni.

Sólo se dirigieron al público desde un gran escenario representantes sindicales y de colectivos golpeados por la crisis: un inmigrante, un trabajador de una planta de Fiat, un médico, una estudiante, una profesora y una pensionista.

El secretario general del CGIL, Guglielmo Epifani, atacó durante su discurso las políticas económicas de Berlusconi, pidió que no se recorte el presupuesto de educación y exigió mejores políticas de inmigración.

Epifani también pidió a Berlusconi que abra una mesa de diálogo con el CGIL en la que participen los otros sindicatos y la patronal para tomar medidas contra la crisis económica. A su juicio, «a una crisis excepcional se responde con una política excepcional».