TeleSUR


El presidente de Bolivia, Evo Morales
Como un hecho «muy grave» consideró este martes el presidente de Bolivia, Evo Morales, que las autoridades de Croacia, Hungría e Iralanda intenten defender a los presuntos terroristas abatidos la semana pasada por la Policía de su país.

Para Morales, las autoridades de estos países, de los que eran oriundos los fallecidos y que el Gobierno acusa de planear atentados contra la vida de altos cargos del Ejecutivo, e incluso de la oposición, «no tienen ninguna autoridad para pedir (informes). Soy capaz de procesarlos a ellos. Es mi deseo, (pero) no soy jurista», dijo un molesto Morales.

De esta manera el mandatario socialista respondió a las peticiones de información formuladas por estos países sobre la muerte y detenciones de ciudadanos de esas nacionalidades en un operativo antiterrorista en Bolivia, tras el cual se incautó armas de guerra, explosivos de uso militar y documentos, planos y mapas con los movimientos del alto gobierno.

«Cómo semejante gente que viene aquí a atentar hasta (contra el) presidente va a ser defendida. Es muy grave, yo puedo pensar que ellos entonces son los que han mandado acá a atentar contra la democracia. Muy grave», remarcó el mandatario.

El jueves pasado en horas de la madrugada, la Policía boliviana abatió en un hotel del departamento oriental Santa Cruz (bastión de la oposición) al iralandés Dwayer Michael Martin, el rumano de origen croata Magyarosi Arpak y el boliviano-croata de origen húngaro Eduardo Rózsa Flores, supuestos terroristas que planeaban matar a Morales.

Del grupo, que respondió ante la presencia de la Policía violentamente y activaron un artefacto explosivo, sobrevivieron el boliviano-croata Mario Tadic Astorga y el húngaro Elöd Tóaso, que se encuentran en prisión preventiva.

En las últimas horas representantes del gobierno de Croacia llegaron a La Paz para pedir información que aclare la muerte de Michel Martín y se espera que se reúnan en las próximas horas con el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana en el Palacio de Gobierno de La Paz

Aunque el canciller boliviano confirmó el lunes que delegados croatas habían pedido información, la cancillería de ese país europeo afirmó este martes que si bien siguen con atención el caso nunca han pedido «explicaciones oficiales».

Sin embargo, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Balázs, dijo el lunes que «no se puede excluir» la posibilidad de que sus ciudadanos hayan muerto por luchas políticas internas.

Ante estas insinuaciones, el presidente Morales comentó en su conferencia de prensa de este día que «no tiene miedo» de que se haga una investigación internacional sobre lo sucedido porque en su país no se realizan acciones ocultas o encubiertas.

Señaló que le interesa saber «quién financia, quién contrata» a los supuestos terroristas porque «no trabajan gratis».

«Tenemos que llegar a eso. Si es importante la presencia de la comunidad internacional, bienvenida. Aquí no manejamos cosas ocultas, no somos expertos para acciones encubiertas», apuntó.

La base terrorista

Los depósitos de la empresa de servicios de Internet Cotas, en Santa Cruz, y donde fue hallado el arsenal de armas de guerra tras el operativo antiterrorista, era el centro base de la célula terrorista desactivada, quienes incluso se capacitaban con armamento militar en ese lugar y al que tenían acceso irrestricto con una credencial especial, según concluye una investigación policial.

Las afirmaciones fueron reveladas por los investigadores de la Fuerzas Especial de Lucha Contra el Crimen adscritos a la Fiscalía de La Paz, mayor Jhonny Aguilera y capitán Julio Larrea, a la radioemisora boliviana Red Erbol.

«Se encontraron fotografías que muestran a estas personas (terroristas) en compañía de otras con armamento y equipo militar – policial, (se ve en las fotos) que estas personas tenían una capacitación al interior de stand de Cotas», dijo Larrea.

Aguilera acotó que no sólo se ha identificado a los sospechosos a través de las fotografías sino que en otros documentos encontrados entre las pertenencias del líder de la banda estaba una credencial que autorizaba el libre ingreso a la Expoferia de Santa Cruz, donde estaba apostado el pabellón de Cotas.

«Dentro de los documentos que eran de posición de este individuo (Rózsas) se encontró una credencial cuyo nombre aún no revelaré, pero que permite un acceso irrestricto a las instalaciones de la Expoferia de Santa Cruz, permitía que esta persona pueda desenvolverse normal y rutinariamente entre el stand y puerta de acceso a la Expoferia», afirmó Aguilera.

Gracias a esta credencial, agregó Aguilera, todos los terroristas entraban y salían libremente del complejo ferial.

Además hay un «elemento vital, que es el hecho de que el señor Rózsas solicitó y firmó un contrato de provisión de Internet para el stand de Cotas con un nombre falso, que es Eduardo Hurtado Flores, lo que constituye una prueba absolutamente vinculante que estas personas (terroristas) estuvieron en el stand», afirmó el mayor Aguilera.

También encontraron otro material en el que se evidencia la visita de un técnico de Cotas que acudió al stand a solucionar un reclamo de Flores, quien personalmente le habría atendido.

El mayor puntualizó que unas mochilas de material ajena a Bolivia, encontradas entre el hotel donde fue desarticulado el grupo y en el stand, constituye otra evidencia de la presencia de la banda en ambos lugares.