«El dólar es más fuerte ahora que hace un año… y no hay motivos para suponer que sea incapaz de seguir cumpliendo esa función (la de principal divisa mundial)», dijo Strauss-Kahn al intervenir ayer en el Club Nacional de Prensa en Washington.
Según el director gerente del FMI, en el momento actual no hay necesidad de sustituir el dólar por una nueva moneda sintética supranacional.
En el marco de las iniciativas, promovidas en vísperas de la cumbre del G-20, celebrada en Londres el pasado 2 de abril, Rusia propuso encomendar al Fondo Monetario Internacional estudiar la posibilidad de introducir una moneda de reserva internacional. Rusia considera que podrían utilizarse a tales efectos los DEG (derechos especiales de giro del FMI) que ya sirven como moneda refugio para algunos países.
China apoyó el proyecto ruso de crear una moneda de reserva internacional como alternativa al dólar. No obstante, los líderes de EEUU y de Gran Bretaña se opusieron a la creación de una nueva moneda internacional.
Además, el Kremlin propuso incluir el oro y las monedas nacionales de Rusia y China entre los instrumentos del Fondo Monetario Internacional (FMI) como una de las medidas para reestructurar el sistema financiero mundial afectado por la crisis.
Al explicar la propuesta, un representante del Kremlin dijo que el yuan y el rublo deben incluirse para determinar el curso de los DEG, cuyo tipo de cambio actualmente se determina como el valor en dólares de una cesta de divisas conformada por el dólar estadounidense, el euro, el yen japonés y la libra esterlina.