La abogada Eva Golinger analiza las relaciones entre USA y América del Sur y considera que no se reducirá la hostilidad de la Casa Blanca con la llegada de Barack Obama



Marina Desseigne y Axelle Chevalier-Perier
La Marseillaise

Con motivo de la quincena de América Latina en Montpellier (Francia), la venezolana Eva Golinger celebró una conferencia sobre las relaciones entre USA y América del Sur. Según esta abogada especialista en Derecho Internacional, la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca no mejorará las relaciones entre el Norte y el Sur del continente. Traducido por Esteban García y revisado por Manuel Talens

Eva Golinger (archivo)

¿Cuál es el estado de las relaciones entre USA y América Latina?

La estrategia de Washington con América Latina ha evolucionado estos cinco últimos años. Antes, USA no miraba hacia América Latina. Se concentraba en Iraq o Afganistán. Hasta 2005 no se enteró de que se estaban produciendo cambios en América Latina. Hugo Chávez en Venezuela, la llegada de Evo Morales en 2006 y, a continuación, Rafael Correa en Ecuador, la llegada de la izquierda en Nicaragua, etc.

 

¿También se siente amenazado USA por la potencia de la izquierda?

Lo que asusta a USA es eso que el lingüista Chomsky llama “la amenaza del buen ejemplo”, que es lo que en Venezuela estamos construyendo. Un modelo socialista, pero dentro de una democracia, en la cual se busca prosperidad económica y social. Y eso es lo contrario del modelo usamericano. En otros países, como en Bolivia, se está propagando el modelo venezolano, aunque no sea exactamente igual y la diferencia se acentúe con la crisis. Los pueblos ahora se dan cuenta de que el capitalismo no funciona.

 

¿Cómo se propaga este modelo?

Lo permitió la estrategia de política internacional de Venezuela: la integración, la cooperación en los planos regional e internacional con Rusia, China, Irán, Europa, Asia y otros países. En eso Venezuela le tomó la delantera a USA. Diversificó su relación y atrajo a otros países hacia América Latina y eso puso fin a la sumisión de esta última. Es una amenaza al poder imperial.

 

¿Qué actitud adoptó USA ante dicha amenaza?

Una estrategia muy agresiva. Sobre todo contra Venezuela y Bolivia y, más recientemente, contra Ecuador. Una estrategia de división para separar las Américas en dos partes. Una que gira en torno a Lula, con Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, es decir, la izquierda light. Y la otra representada por Chávez, Morales, Correa, Cuba, Nicaragua: la izquierda dura.

 

¿Cómo lleva a cabo USA esta estrategia?

La administración lleva una diplomacia hostil, agresiva, consistente en decir de Chávez que es un dictador, que viola los derechos humanos, fomenta el tráfico de drogas y el terrorismo. Es una guerra de información mediática a escala internacional. Después, hay eso que yo llamo la subversión a través de ayuda financiera a la oposición del Estado, que ha ido en aumento en los últimos cinco años: ha invertido hasta 50 millones de dólares en los partidos políticos y las ONG de la oposición. Y, por ultimo, utiliza la intimidación militar.

 

¿El acceso al poder de Obama no conlleva una esperanza de pacificación en las relaciones?

Hasta ahora no hay cambio notable. Precisamente porque no se trata de saber quién es el inquilino de la Casa Blanca. El problema no era sólo la confrontación entre Bush y Chávez. El encuentro de la semana pasada con Lula es una demostración de que persiste la estrategia de división entre las izquierdas, México con Brasil, principalmente.

 

¿Entonces, según usted, no tienden a mejorarse las relaciones?

En abril quizá surja la esperanza en la Cumbre del las Américas [1] cuando se reúnan Obama, Chávez, Morales y todos los presidentes sudamericanos, con la excepción de Cuba. Será su primer encuentro. Lo que podría cambiar es el discurso, tan agresivo hasta ahora. Pero será difícil, porque USA no puede aceptar que los pueblos latinoamericanos se hayan liberado de su influencia.

 

¿Plantea problemas a USA la nueva independencia de los pueblos latinoamericanos?

La convergencia de los países latinoamericanos ha expulsado a USA de la región. Ahora ya no es el país dominante. Y no lo acepta. Obama ha repetido en varias ocasiones su voluntad de recuperar el “liderazgo” de USA en el mundo. Es una posición imperialista, a la imagen de la doctrina Monroe. Los pueblos no han solicitado que Obama sea su “líder”.

 

¿Debido a que encontraron una alternativa al modelo usamericano?

El modelo usamericano que se impuso en los países de América del Sur no funcionó. Causó miseria y pobreza extremas. Ahora estamos intentando salir de eso, pero no de manera violenta, sino transformándolo. Es más difícil y más largo, pero más interesante. Y lo que me parece más extraordinario es que estamos construyendo.

 

¿El pueblo participa en esa transformación?

Es el pueblo quien pone todo en movimiento. Hoy en día no hay un solo venezolano que no participe de alguna forma, ya sea chavista o de la oposición. La gente piensa, critica, es activa. Lo que más me aflige cuando viajo fuera Venezuela, ya sea a Francia, a USA o a otros países, es el grado de apatía que observo. Mientras tanto, en Venezuela todo el mundo trata de mejorar la situación de su país, porque el pueblo ha visto la concretización de sus actividades. ¡Es un aviso enorme! Para mí, ése es el éxito principal de esta revolución. Hay, por supuesto, éxitos materiales y sociales, en los ámbitos de la educación, la salud, el trabajo, la construcción… Pero el logro participativo es, para mí, lo más importante: somos un pueblo consciente.

 

[1] La Cumbre de las Américas se celebrará los días 17, 18 y 19 de abril en Trinidad y Tobago. [NdelT]

Entrevista publicada el lunes 30 de marzo de 2009 en el diario regional de Francia Sur La Marseillaise, página 39.

Traducido por Esteban García y revisado por Manuel Talens. Ambos son miembros de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Talens también es miembro del colectivo de Rebelión.