Asimismo, Chávez exigió una unión asimétrica entre el Sur y los países árabes con el fin de combatir una crisis originada «por los países poderosos» y señaló que es necesario fortalecer la propuestas hechas por los presidentes de Chile, Michelle Bachelet, quien exigió la creación de bancos que contemplen fondos estatales en tiempos de crisis y la necesidad de tecnología limpia para ofrecer empleos; y por el su par brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, quien valoró la necesidad de una economía justa, pero que «no contenga proteccionismos comerciales».
Igualmente, el jefe de Estado venezolano, indicó que ya inició conversaciones con el presidente de Siria, Bachar al Asad, para fortalecer las relaciones bilatreales con el mundo árabe “las cuales deben basarse en un plan estratégico, que no contemple otra cumbre, sino la iniciativa de comenzar a trabajar”.
Durante su intervención, Chávez también valoró los recursos de lso países suraméricanos. “Nosotros también aquí, los países del Amazonas -el pulmón mundial- también conformamos las reservas más grandes del mundo”, la mayoría de las reservas de gas, petroleo y agua están en America del Sur”. Por ello, sentenció que existe el potencial para implantar un plan estratégico, que “sea productivo e involucre a alimentos y energía”.
Sentenció que la medida contra Al Bashir, presidente de Sudán, “es un adefesio jurídico del capitalismo” y denunció las atrocidades de Estados Unidos, quien no reconoció las elecciones de la Autoridad Nacional de Palestina, con la excusa de que no toman a ese territorio como autónomo.
Deploró las acusaciones hechas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la secretaria de Estado de ese país, Hillary Clinton, quienes denunciaron que “Venezuela va en contra de la libertad de expresión y apoya el terrorismo”. Tales acusaciones, según Chávez, son cínicas, porque “Washington nunca condenó los ataques contra Gaza, donde murieron 1,400 palestinos”.
Se preguntó, “¿Por qué la Corte Penal Internacional no va por Bush?, un genocida de verdad, o por el gobierno de Israel. Pero en cambio persigue a presidentes indefensos como el de Sudán”, sentenció.
Estimó que hace una década, ningún país latinoamericano viajaba tan lejos, para constituir convenios en beneficio de sus ciudadanos, lo que revela un avance.
A su juicio, “la crisis financiera internacional es un virus mutante, porque no para” y “la cumbre del G-20, es la cumbre de los Prae, países ricos altamente endeudados”. Valoró la presencia de Argentina, México y Brasil como representantes de Latinoamerica en este evento que se realizará en Londres, el próximo 2 de abril.
Sentenció que “no debemos esperar nada si no de nosotros mismos”. Por ello,“es necesario cambiar la arquitectura financiera internacional”. Deploró que desde hace tiempo, varios gobiernos latinoamericanos se negaron a cambiar el sistema capitalista, pese a varias investigaciones económicas que auguraban la debacle mundial.
Pidió “la creación de una agenda, que permita llevar a la praxis, tantas ideas, tantas posibilidades, tantas oportunidades” e indicó que “es necesario retomar la agenda del Sur, documento que nos hizo llegar a estos lugares”.
Valoró la necesidad de una verdadera voluntad política para implementar estrategias comerciales justas, “como las que se quieren implantar hoy”, e hizo referencia “a las implementadas durante los ochenta, que fueron engullidas por el neoliberalismo”, por no contar con una verdadera unidad.
Exhortó a la presidenta de la Unasur, Michelle Bachelet, y a Luiz Inácio Lula Da Silva, jefe de Estado de Brasil y coordinador de los asuntos del Sur, a trabajar en la construcción de una agenda comercial árabe-suramericana con el fin de idear varios puntos de interés destinados a ser aplicados “a la brevedad posible”.
Pidió a los nueve países integrantes de la Opep, presentes en la cumbre de Aspa, que fijen estrategias que contemplen un plan financiero para acercar a los países árabes y a Suramérica. A su juicio, la parcipación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo es fundamental, y prueba de ello “amortiguó los impactos de la crisis económica, mediante la estabilización de los precios del petróleo”.
En el evento, Chávez volvió a proponer un Banco de la Opep. Y estimó la posibilidad de otra moneda, porque “basta de la dictadura del dólar”. “Estados Unidos ha comprado medio mundo, con un papel que no vale nada y que va a estallar, decían analistas, y estalló”.
Por último, Chávez exigió la implemetación de convenios culturales, para informar imparcialmente sobre lo que sucede en Asia y América del Sur. Puso como ejemplo, la cadena Telesur, quien tiene un convenio con Al Jazzeera.