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Brasil destinará 10 mil millones de dólares de sus reservas internacionales al Fondo Monetario Internacional (FMI), donde intenta ganar poder de voto y veto, en el marco del paquete global contra la crisis mundial decidido en la cumbre del Grupo de los 20, en Londres.

Fuentes del gobierno brasileño citados por el diario O’Globo informaron que la decisión robustecerá la posición política de Brasil en el escenario global, destacó la agencia ANSA.

Los 10.000 millones de dólares representan el 5% de las reservas internacionales brasileñas.

Los gobernantes del Grupo de los 20 anunciaron que elevarán la capacidad de oferta de crédito del FMI de los actuales 250 mil millones de dólares a 750 millones de dólares.

El jueves en Londres, tras la cumbre del G-20, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva había calificado como «muy chic» estar en posición de acreedor del FMI luego de décadas de haber combatido las políticas del organismo desde la izquierda sindical.

El presidente del Banco Central brasileño, Henrique Meirelles, afirmó que la cuestión todavía está en estudio técnico, pero resaltó que «lo importante es que Brasil tiene recursos, reservas internacionales elevadas».

Las reservas brasileñas se encuentran en torno a los 202 mil millones de dólares.

El último acuerdo con el FMI hecho por Brasil fue en 2002 durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, luego de la victoria en las elecciones presidenciales de Lula.

En 2005, en la primera presidencia de Lula, Brasil pagó la deuda que tenía con el FMI de 30 mil millones de dólares y decidió no renovar el acuerdo que le daba derecho a utilizar un crédito de otros 14 mil millones.